el universal
MéXICO, DF.- Como cada uno de los cerca de nueve mil 600 carteros que existen en el país -de los cuales 100 son mujeres-, Israel Gómez tiene que enfrentarse a diario no sólo con la preocupación de ganar lo necesario para “irla pasando”, sino también cuidarse de los asaltos, de ser envestido por un vehículo, de los malos modales de algunas personas a las que presta el servicio, y de las clásicas mordidas de algún perro.
Preocupado por el sostén de sus dos hijos, Israel ha tenido que buscar una opción de empleo alterna como mesero durante los sábados y domingos, pues los mil 700 pesos que percibe catorcenalmente como cartero, no le son suficientes para cumplir con las necesidades del hogar y de su familia.
Israel resalta, que “cada vez son menos personas a las que les entregamos cartas, pues esto ha bajado mucho en los últimos años debido al Internet y a las compañías de mensajería”.
Datos del Sindicato de Trabajadores del Servicio Postal, señalan que se ha reducido en un 60 por ciento el envío de cartas personales en los últimos 10 años, en parte ante la competencia de las grandes compañías de mensajería rápida que tienen mucho más infraestructura y respaldo económico que los carteros mexicanos.
Israel Gómez menciona que cada vez son menos los recursos con que cuentan los carteros para realizar su labor. Y eso va desde la falta de uniformes, plumas, así como hilo para amarrar la correspondencia, hasta los medios de transporte para hacer largos recorridos y los bajos salarios, por los que muchos se han retirado.
José Vázquez, coincide con Gómez y subraya que, por ejemplo, hasta el momento, no le ha proporcionado el uniforme anual y que los recursos materiales que requieren para su trabajo, cada vez son más escasos, y por ejemplo el silbato que utiliza, lo ha tenido que adquirir con sus propios recursos.
Al respecto, el dirigente del Sindicato del Servicio Postal Mexicano, Manuel Acevedo González, reconoció que las empresas de mensajería les comen el mandado, ya que la infraestructura de Sepomex es obsoleta.
“No tenemos la tecnología, no tenemos los vehículos, no tenemos aviones que en muchas ocasiones tienen las empresas trasnacionales, que nos están quitando el trabajo”.
De ahí, subraya, la importancia de crear una nueva normatividad que verifique cabalmente el desarrollo de esas empresas, pues la Ley del Servicio Postal Mexicano señala que todo lo que pese menos de un kilo en correspondencia o comercial deber ser exclusivo del servicio postal mexicanos y eso nadie lo respeta.