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Londres, INGLATERRA.- El Gobierno británico presentará hoy sus nuevos planes para combatir la obesidad en el Reino Unido, donde los malos hábitos alimenticios y la pasividad de la vida diaria han convertido el exceso de peso en un problema social.
Según el último informe oficial, que será dado a conocer oficialmente hoy viernes, se prevé que en 2010 el número de adultos obesos sea un 38 por ciento superior de lo que era hace dos años, previsión que ha provocado la alerta entre los expertos.
De 1993 a 2004, el nivel de hombres obesos creció del 13 al 24 por ciento, mientras que la obesidad aumentó de un 16 por ciento a un 24 por ciento entre la población femenina.
Para finales de la presente década, la cifra total podría superar los 14 millones de adultos y niños, lo que generaría una grave crisis sanitaria.
Actualmente, la obesidad causa en Reino Unido alrededor de nueve mil muertes prematuras al año, cifra que -además de reflejar la magnitud del problema- se traduce en costes por valor de 1.9 mil millones de dólares para el sistema público de salud.
Según los expertos, si las cifras continúan aumentando, el exceso de peso podría así provocar miles de nuevos casos de cáncer, diabetes e infartos cardiacos.
De acuerdo con los oficiales del Ministerio británico de Salud, la comida ?chatarra? o basura y los estilos de vida sedentarios son las causas principales de este fenómeno, presente ya en todo el mundo.
Se calcula que alrededor de 300 millones de personas en todo el mundo pueden ser clasificadas dentro de la categoría de obesos, mientras que mil millones superan el peso aconsejado.
EDUCACIÓN ALIMENTICIA
Ante este escenario, el Gobierno británico tiene previsto lanzar esta semana una nueva campaña destinada a frenar la tendencia actual, no obstante, señaló que la responsabilidad última está en los propios ciudadanos.
Según los grupos de consumidores, sin embargo, el Ejecutivo tiene un importante papel que desempeñar en ámbitos como la educación alimenticia y las normas para la publicidad y el etiquetado de alimentos.
A pesar de los diversos intentos del Gobierno para introducir nuevos códigos de información nutricional, las iniciativas fracasaron ante la resistencia de las multinacionales. En opinión del presidente del comité parlamentario para la Salud, Kevin Barron, si no se llega a un nuevo acuerdo con la industria, la única opción será imponer un sistema simple de etiquetado, de manera que los consumidores dispongan de la información adecuada.
