Afirman educadoras que no hay personal, aulas ni material para atender a los niños de nuevo ingreso.
El Siglo de Durango
Existe inconformidad entre padres de familia y educadoras del nivel preescolar por la reforma que se llevó a cabo por parte de la Cámara de Diputados para ampliar las edades de ingreso, ya que no se tomó en cuenta que no se tiene la infraestructura y ni el personal para dar atención a un mayor número de alumnos.
Los niños tienen que estar en lista de espera hasta en tanto la Secretaría de Educación no determine la construcción de nuevos espacios.
Alma Rodríguez, educadora de tercer año, señaló que no se consideró la infraestructura que se tiene en los jardines de niños, la cual es insuficiente y dado que se ampliaron las edades son muchos los niños de nuevo ingreso, y no se cuenta con las aulas ni el material.
Dijo que cómo es posible que en este momento, por parte de las autoridades educativas, no se tenga inclusive para la construcción de aulas prefabricadas y no hay el mobiliario para dar una mayor atención.
Afirmó que con la modificación que se hizo se presenta un panorama difícil en este nivel educativo ya que no se tomó en cuenta lo que se tenía y lo que iba a ocurrir después.
Las reformas se hicieron sin haber pensado en las consecuencias y, sobre todo, si se tenía el dinero para hacerlo, denunció.
Mónica Rodríguez Avitia, responsable del Jardín de Niños Citlalic, señaló que la matrícula escolar aumentó en un 50 por ciento, y hasta el momento existe inconformidad por esta situación ya que en una reunión que se llevó a cabo en la SEED las directoras preguntaron por qué se amplió la fecha y por qué se autorizó.
Aun cuando la Cámara de Diputados pidió a las secretarías de Educación de los Estados su opinión sobre el asunto, todas se negaron a las reformas y las aprobaron.
Una de las situaciones que no previeron es que pusieron un candado para que los niños que fueran aceptados en el tercer grado primero hubieran cursado el segundo; sin embargo, por cuestiones de la edad, algunos padres de familia quieren inscribir a sus hijos en tercero sin que se tenga la constancia de segundo.
Ellos argumentan que cómo van a tener la documentación si el año anterior se les impidió la inscripción en segundo por no acreditar la edad de los cuatro años. Ése es el conflicto.
Comentó que hasta el momento se desconoce qué va a pasar con estos niños que en la actualidad están en una lista de espera en tanto las autoridades educativas no les ha notificado nada al respecto.
Otra de las circunstancias es que en los centros educativos no se le puede negar el acceso a la educación a algún niño; se está en lista de espera, ya que no se tiene un espacio ni el personal.
Puntualizó que no hay salón para los niños ya que todos los grupos están al tope y hasta el momento no se sabe de qué manera la SEED va a resolver este problema que se presenta en muchos centros escolares.
Finalmente, María Leticia Ayala, educadora de segundo año del plantel de preescolar Citlalic, dijo que si no existe presupuesto en el país no se sabe cómo se va a atender el incremento en la matrícula escolar en los jardines de niños de la entidad, ya que desde la administración de Guerrero Mier se autorizaron dos aulas.
La mayoría de los padres que quieren inscribir a sus hijos en tercer año cuando no cuentan con la constancia de segundo grado.