EFE
LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Varios incendios forestales se extienden por los estados norteamericanos de Arizona, California, Colorado y Nuevo México, y han arrasado con sus llamas más hectáreas que las afectadas en todo el año pasado.
Según el Centro Nacional Contra Incendios, hasta la fecha más de 1.25 millones de hectáreas en todo el país han sido pasto de incendios forestales, una cifra que supera la media nacional del pasado año por estas fechas. El foco más virulento se localiza Arizona, donde desde el pasado domingo arden unas mil 300 hectáreas de terreno sin que se hayan podido controlar las llamas.
Se trata de una zona conocida como “la joya de Arizona” por sus populares paisajes a las afueras de Sedona y de donde se han evacuado a los residentes de unos 460 hogares.
Hasta el momento no se han producido pérdidas personales ni materiales, pero los bomberos sólo han podido controlar un 17 por ciento del incendio, causado por una hoguera.
El equipo de bomberos mantiene una férrea vigilancia en el área para evitar que las llamas se propaguen por la zona.
Sin embargo, existe en el área un serio peligro de una tormenta, cuyos vientos podrían avivar las llamas y llevar su devastador efecto “por todos lados”, dijo a la prensa Mike Dondero, portavoz de las labores de los bomberos en este fuego.
Además de los vientos, las altas temperaturas y la sequedad atmosférica mantienen vivo el incendio en esta área del norte de Arizona, a unos 150 kilómetros de Phoenix.
Otros incendios afectan a una amplia área en el oeste de Estados Unidos, desde Nuevo México hasta Colorado. Las llamas también han consumido unas seis mil 075 hectáreas de maleza y pinos en el bosque nacional Los Padres, en el sur de California, donde el incendio está controlado en un 57 por ciento.
En Colorado, los incendios se concentran en el sur, donde las llamas afectan a una superficie de cinco mil 305 hectáreas; y en el oeste, donde el fuego, provocado el martes por un accidente automovilístico, consume unas 619 hectáreas de terreno.
Los incendios de mayor extensión son los de Nuevo México, donde se han visto afectadas unas 28 mil 350 hectáreas de terreno, en especial el que abarca cerca de 13 mil 500 hectáreas en el suroeste del estado y amenaza varias construcciones en el área de Willow Creek.