EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Trabajadores sindicalizados del Ayuntamiento aceptaron la aplicación de exámenes antidoping en todas las áreas municipales pero con la presencia de representantes del consejo directivo, así como el despido de un inspector que dio positivo en la prueba, desactivando así el conflicto que protagonizaron con el Gobierno Municipal desde el lunes.
A cambio, el alcalde José Ángel Pérez aceptó no intentar la privatización de servicios públicos y se comprometió a atender la demanda de reforzar esas áreas con equipos y estrategias de eficiencia.
Luego de más de cuatro horas de pláticas a puerta cerrada en el cuarto piso del edificio del Banco de México, el alcalde y representantes de las dos agrupaciones sindicales se pusieron de acuerdo, con lo que fue conjurada la amenaza de huelga que planeaban los empleados.
Afuera del edificio, delegados sindicales esperaron a sus representantes, pero dispuestos a presentar un emplazamiento a huelga, en caso de que no hubiera acuerdo, por considerar violados sus derechos laborales y porque aseguraban tener documentos que comprobaban que las pruebas antidoping realizadas habían sido manipuladas.
Los representantes de los dos sindicatos municipales, Luz María Martínez Hernández y José Luis Orozco Martínez, aceptaron el despido de un inspector de Control Reglamentario que dio positivo por cocaína en recientes exámenes, que fue el detonante del conflicto.
Los dirigentes dijeron que nunca fue su objetivo oponerse a las acciones municipales de combate al ?narcomenudeo? y respaldan que la limpieza se haga ?dentro de la misma casa?, es decir, la Presidencia Municipal.
En el conflicto entre sindicato y Ayuntamiento, unos 750 trabajadores municipales bloquearon el lunes la avenida Matamoros y el bulevar Revolución, rechazaron las pruebas antidoping y la privatización de servicios públicos y amenazaron con irse a huelga si el alcalde no los recibía.
Al término de la reunión con José Ángel Pérez, la postura de los representantes sindicales cambió radicalmente, e incluso se ofrecieron a encabezar las pruebas antidoping en los departamentos municipales, cuando se reanudaran.
Los dirigentes dijeron que creen en la palabra del alcalde en el sentido de que no se privatizarán servicios públicos.
