DÍA DE LAS MADRES
EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- Hace calor, entre los polvorientos caminos que conducen al panteón municipal puede verse a las personas cargando tinas, escobas y flores, todo por quien fuera en su momento el pilar de la familia y que ayer por ser Día de las Madres fue a quien más se extrañó, precisamente porque ya no está.
Sin embargo, al recordarla, muchos matamorenses rindieron tributo como cada año a sus madres fallecidas en el panteón municipal, mismo que fue revestido con flores multicolores para festejar a quien hace tiempo ?se adelantó?, como dicen los presentes que no cesan de barrer, echar agua y arreglar las tumbas.
Ya sea en Día de Muertos, cuando cumplen años de haber fallecido o como ayer que fue Día de las Madres, la familia Medina, conformada por cerca de 100 integrantes, acude al panteón a visitar a las mujeres más queridas en la familia que reposan en el cementerio.
?Nos vamos unos y al rato llegan otros, es importante arreglarles su tumba porque es una manera de decirles que no se han ido y que siguen con nosotros porque las vamos a recordar, es algo que pasa de generación en generación?, dice Manuel Medina Acosta, de 49 años de edad, quien recuerda que cuando era niño acompañaba a su madre Francisca Acosta de Medina ?hoy fallecida- a la tumba de su abuela. ?A veces cuando uno limpia la tumba se siente todavía su presencia?.
Manuel conduce una camioneta en la que transportan más de 400 litros de agua en dos tambos que lograron unir para este fin, pues son cerca de diez tumbas las que hay por parte de esta familia, aunque fueron los sepulcros de las tías, Pila, Cata, Goyita y la abuela Julia, quienes en esta ocasión fueron los más adornados además del de doña Francisca, quien falleció en enero pasado.
?Nosotros ya tenemos hasta nuestro terreno, ésta es la verdadera casa de uno y no hay que tenerle miedo a la muerte, hay que recordar a los finados porque aunque se van siguen con nosotros?, dice Manuel en el panteón, familias como ésta que se reunieron para festejar el Día de las Madres abundaron.
?Cada año le arreglamos su tumba?, dice Juan Carlos Palacio Esparza, quien desde 1997 que falleció su madre acude cada Día de las Madres a llevarle flores, en esta ocasión, como en muchas otras lo acompañaba su esposa Berenice López Reyes, quien opina que es importante hacerlo porque es una forma de recordarlos, pues asegura que la verdadera muerte viene con el olvido.
Algunos familiares de otras madres difuntas colocaron lonas y sillas cerca de la tumba para convivir. Otros no pudieron retener el llanto mientras escuchaban a todo volumen en sus autos y camionetas canciones como Amor Eterno, Hermoso Cariño o Las Mañanitas. En el lugar hubo hasta apoyo de Tránsito y Vialidad debido a la afluencia de vehículos.