EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Una noche de calidad musical se disfrutó el viernes pasado en el escenario del Teatro Nazas, con el concierto que ofreció la Camerata de Coahuila para celebrar sus 12 años de historia.
Para esta ocasión tan especial, el solista invitado fue el pianista Cyprien Katsaris, quien también dio muestra de gran virtuosismo.
Antes de comenzar el concierto, algunos miembros del Patronato de la Camerata subieron al escenario para dedicar unas palabras a Ramón Shade y sus músicos, así como para agradecer al público lagunero que los ha seguido durante este tiempo.
Acto seguido, se dio paso a la presentación musical; los músicos se ubicaron en sus lugares y tomaron sus instrumentos, comenzaron a afinar a la orden del primer violín (Sebastián Kwapisz), y después de un breve silencio recibieron a su director artístico (Ramón Shade).
El programa fue totalmente de Wolfgang Amadeus Mozart y qué mejor que elegir a este autor, del cual durante este año se celebra el 250 aniversario de su natalicio; además, porque la Camerata de Coahuila es la orquesta con el repertorio más amplio de Mozart en todo México.
La primera obra que tocó la Camerata fue la Sinfonía No. 10 en Sol Mayor K.74, a la que Shade decidió bautizar como ?Turca?, una melodía optimista que sirvió perfecto para equilibrar lo que seguiría del programa, que en toda la temporada no presentó algo como lo que estaba por venir: el Concierto para Piano No. 21 en Do Mayor K.467, que tiene la misma instrumentación que el 20 (con el cual cerró el concierto), aunque su estilo es muy diferente, pues éste es como una propuesta de esperanza, es duro pero al final las notas se suavizan para dar paso a un mensaje de tranquilidad, después de superada la tempestad intermedia de la obra. Y sí, la Camerata alcanzó la esperada amplitud del Do Mayor. La pieza se compone de tres movimientos Allegro Maestoso, Andante y Allegro Vivace Assai.
Después siguió el intermedio, y algo curioso es que Cyprien Katsaris regresó al escenario silenciosamente para acomodar y revisar sus partituras, esto sucedía mientras el público estaba en el foyer del teatro disfrutando de la exposición de fotografías exclusivas de la Camerata y una muestra gastronómica ofrecida por los alumnos de la Universidad del Valle de México.
Se escuchó la tercera llamada y llegó el momento esperado... la orquesta se dispuso a tocar el Concierto para Piano No. 20 en Re Menor K.466, el más famoso de Mozart, que llena los oídos de un ambiente trágico, con explosiones y matices contrapuestos, mismo que fue dirigido con maestría por Ramón Shade e interpretado correctamente por los músicos de la Camerata y su virtuoso solista.
Al terminar la difícil pero excelsa pieza, la ovación fue enorme; Shade y Katsaris unieron sus manos y las levantaron en señal de triunfo, un final de aniversario con el que la Camerata de Coahuila cierra la Primera Serie de la Temporada 2006.