El muro fronterizo fue uno de los pocos temas políticos que abordaron en la Asamblea que conforman diputados europeos y latinoamericanos.
EFE
Bruselas.- La nueva Asamblea Parlamentaria Euro-latinoamericana concluyó hoy su primera sesión plenaria con una censura al muro de 1,226 kilómetros que el Gobierno de Estados Unidos proyecta levantar en la frontera con México.
En la declaración final, la Asamblea alerta que el proyecto "por su carácter incompatible con las relaciones de buena vecindad entre ambos países y con la región en su conjunto y por su impacto negativo sobre la vulnerabilidad de los inmigrantes y la protección de los derechos humanos, no constituye la forma más idónea de resolver el problema derivado de los flujos migratorios".
En el texto, adoptado por aclamación, se apunta, además, que "la vía del diálogo y la cooperación es el medio más adecuado para la solución de las disputas".
La cuestión fue también abordada durante el debate con la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, que ocupó la segunda y última jornada de la sesión.
Ferrero-Waldner dijo que "los muros nunca han solucionado problemas", citó los casos de Berlín e Israel, y abogó por una solución que combine la lucha contra la inmigración ilegal y la promoción de la legal.
El muro fronterizo fue uno de los pocos temas políticos tratados durante la primera reunión de la Asamblea, que reunirá con periodicidad anual a diputados europeos y de los parlamentos regionales y nacionales latinoamericanos, y que estuvo muy centrada en cuestiones de funcionamiento interno.
A propuesta de la delegación latinoamericana, la Mesa Directiva aprobó ampliar de 120 a 150 el número de miembros del órgano -repartidos de forma paritaria entre las dos partes- al objeto de permitir el acomodo de delgados del Mercosur y ampliar de dos a tres los representantes de Chile y de México.
La medida precisará aún del visto bueno de la conferencia de presidentes del Parlamento Europeo.
La función de la nueva Asamblea es hacer un seguimiento del proyecto de Asociación Estratégica que han pactado los mandatarios de la UE, América Latina y el Caribe, y que pasa por la firma de acuerdos de asociación -libre comercio, cooperación y diálogo político- entre Europa y los países y bloques del subcontinente.
La UE ya ha suscrito este tipo de convenios con Chile y México, negocia uno con el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y, en vías de adhesión, Venezuela) y ha acordado la próxima apertura de sendas negociaciones con América Central y la Comunidad Andina (Ecuador, Bolivia, Perú y Colombia).
Preguntada por la negociación con los andinos, Ferrero-Waldner se mostró confiada en que arranque "en el primer trimestre de 2007" y destacó que el presidente boliviano, Evo Morales, a priori el más reacio del bloque al proceso, tiene ahora un "gran compromiso" con el mismo.
Entre los posibles "obstáculos", citó la pretensión de Ecuador de denunciar a la UE ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por la reforma de su régimen de importación de banano.
"No nos parece demasiado prudente", dijo Ferrero-Waldner. "Creo que lo mejor sería hablar de este tema en las negociaciones de forma prioritaria, sino a lo mejor no hay buen clima", argumentó.
En cuanto a la cooperación, Ferrero-Waldner reconoció que hay "problemas" para crear una línea de crédito específica para América Latina en el Banco Europeo de Inversiones -actualmente la comparte con Asia- dado que sólo unos "pocos países de la UE", entre ellos España y Portugal, aprueban los montos financieros previstos.
En el cierre de la sesión, los dos copresidentes de la Asamblea, el español José Ignacio Salafranca y el brasileño Ney Lopes de Sousa, se mostraron convencidos de que el nuevo órgano facilitará la consecución de la pretendida asociación estratégica.
Lopes la consideró "un paso para la estabilización social y política de nuestros pueblos y países".
Salafranca defendió por su parte que su tarea debe consistir en "la movilización de la voluntad política" de los Gobiernos de ambos lados hacia la asociación
La próxima sesión plenaria de la Asamblea está prevista para octubre de 2007 en Portugal -país que ejercerá entonces la presidencia de turno de la UE-, aunque antes habrá reuniones de su Mesa Directiva y de sus tres comisiones sectoriales dedicadas a asuntos políticos, económicos y sociales, respectivamente.
