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Bagdad, irak.- El Ministerio de Interior iraquí anunció ayer que ha cesado al menos a tres mil policías, supuestamente implicados en diferentes delitos, con el objetivo de poner fin a la violencia sectaria que azota al país.
El portavoz del Ministerio de Interior, comandante Abdel Karim Jalaf, afirmó a los periodistas que estos ceses, entre los que están incluidos los de varios oficiales, forman parte de un amplio proyecto para reestructurar el ministerio de Interior.
Un total de mil 288 policías fueron cesados por cometer crímenes y violar los derechos humanos, mientras otros 200 fueron acusados de negligencia en el trabajo, explicó Jalaf.
Los demás policías fueron encontrados culpables de falsificar documentos y de no cumplir con sus funciones. El portavoz del Ministerio del Interior descartó que el cese de los agentes se deba a su relación con los conocidos como “escuadrones de la muerte” o por tener contactos fuera del país.
Los suníes iraquíes responsabilizan a “los escuadrones de la muerte” del secuestro y asesinato de miles de ciudadanos.
Sin embargo, Jalaf responsabilizó a “las fuerzas de protección de las instalaciones gubernamentales de estar relacionadas con los escuadrones de la muerte” y afirmó que este cuerpo “será reestructurado y absorbido por el ministerio”.
Las nuevas medidas se adoptan en el marco del “plan de reconciliación nacional”, anunciado en junio pasado por el primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, con el objetivo de acabar con la violencia sectaria en el país.
El año más
mortífero
Por otra parte, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) cuenta 48 periodistas asesinados en Irak, este año es ya el más mortífero para los profesionales de la comunicación en ese país desde que se inició el conflicto en 2003.
RSF contabiliza 123 periodistas y colaboradores de medios de comunicación muertos en Irak desde la intervención armada liderada por Estados Unidos, además de 51 secuestrados, de los que cuatro siguen retenidos.
“Los periodistas son atacados con más frecuencia que los políticos iraquíes”, que trabajan en la denominada ‘zona verde’, protegida por servicios de seguridad privados, señaló en un comunicado la organización de defensa de la libertad de prensa.
Por el contrario, los periodistas iraquíes no tienen protección y “deben trabajar entre la población, lo que les hace más vulnerables a los ataques”, lamentó RSF, al condenar “los asesinatos selectivos de periodistas iraquíes”.
El balance de periodistas asesinados aumentó notablemente la pasada semana con el atentado contra los nuevos locales de la cadena de televisión iraquí “Al Chaabiya”, que causó la muerte de seis periodistas y cinco guardas de seguridad, y dejó a otros dos profesionales de la información en estado crítico, recuerda RSF.
