Pekín, (EFE).- El Mundial de Alemania se sigue cobrando víctimas mortales en China; la última un paisano seguidor de Holanda que se arrojó desde una ventana del séptimo piso de un hotel después de ver como los "orange" eran eliminados por Portugal, informó el diario "Shanghai Daily".
Ocurrió en la provincia central de Shaanxi durante la noche del lunes y la policía encontró un papel en bolsillo del aficionado, de unos 30 años, en el que escribió sus últimas palabras diciendo que estaba demasiado desilusionado con el equipo y que quería morir.
"Puede haberse matado porque perdió las ganas de vivir después de que su equipo favorito, Holanda, perdiese 1-0 con Portugal", dijo un trabajador del hotel desde el que el suicida se dejó caer a la calle.
Gracias a la nota del suicida, la policía también pudo saber el último deseo de la víctima, que quería que sus órganos fuesen donados para trasplantes.
La pasión por el fútbol está causando estragos en China a pesar de que la selección nacional no se clasificó para su disputa y son muchos los aficionados que han tenido que acudir a urgencias con problemas serios de salud, algunos hasta el punto de perder la vida.