El presidente francés, Jacques Chirac, rindió un homenaje particular a Zinedine Zidane, en una recepción a todos los jugadores de la selección francesa en la que evocó, pero de forma indirecta, su expulsión ayer en la final del Mundial.
PARÍS, FRANCIA | EFE
Chirac, que había recibido en el Elíseo a los futbolistas y a los técnicos de la selección, le manifestó durante su discurso a Zidane el "respeto", "la admiración y la afección" en nombre de "toda la nación", "en el momento más intenso, tal vez en el momento más duro de su carrera".
"Es usted un virtuoso, un genio del futbol mundial. Es también un hombre de corazón, de compromiso, de convicción y por eso Francia le admira y le quiere", afirmó el presidente durante un breve discurso en los jardines del Palacio del Elíseo poco antes de ofrecer un almuerzo en honor de los futbolistas.
Al conjunto de la selección, le dijo que "nos habéis hecho vivir momentos inolvidables" y nos habéis dado una inmensa felicidad y también un inmenso orgullo".
Al entrenador, Raymond Domenech, le calificó que "formidable arquitecto de este magnífico resultado".