EFE
LIMA, PERÚ.- Los candidatos a la Presidencia peruana, Alan García y Ollanta Humala, cerraron ayer sus campañas en Lima y Cuzco, respectivamente, tras semanas de ?guerra sucia? y permanentes intromisiones del gobernante venezolano, Hugo Chávez.
Los aspirantes entraron en la recta final tras el multitudinario mitin que ofreció Humala en Lima, donde pidió no dejar el país en manos de ?sinvergüenzas?, en alusión a su rival, que tras su Gobierno (1985-90) Perú quedo sumido en una grave crisis económica.
El ex comandante reiteró su compromiso de redactar una nueva Constitución y revisar los contratos de las multinacionales ante miles de habitantes de San Juan de Lurigancho, el distrito con mayor población electoral y donde están en juego casi medio millón de votos.
Lima, que concentra a un tercio de los más de 16 millones de peruanos convocados el domingo a las urnas, se ha convertido en la codicia de ambos candidatos, ya que la mayoría de los votos emitidos en la capital en la primera vuelta fue a parar a la conservadora Lourdes Flores, quien no logró entrar en la segunda ronda.
A tres días de la votación, el socialdemócrata tiene asegurado el apoyo del norte peruano, mientras que el nacionalista cuenta con el respaldo mayoritario del sur, cuando los sondeos de intención de voto, cuya publicación está prohibida en Perú desde el domingo, les otorgan una diferencia que se ha estrechado hasta los cuatro puntos.
García parte como favorito en la carrera presidencial y cerró su campaña en Lima, con un mitin también multitudinario, mientras su contrincante lo hizo en la ciudad andina de Cuzco, uno de sus más preciados feudos.
Antes del desafío final, García volvió a la carga y calificó a Humala de ?violentista? y ?senderista?, al considerar que con su discurso en Lima el ex comandante busca ?instigación? y ?violencia?.
En alusión al gobernante venezolano, quien ha mostrado su apoyo público a la candidatura de Humala y tildó de ?ladrón? a García durante la campaña, señaló que Perú está ?siendo penetrado y dominado por el dinero petrolero?.
Humala salió una vez más al paso y negó ayer, en declaraciones a Radio Programas del Perú (RPP), que Chávez haya financiado su campaña, al reiterar que las denuncias del Partido Aprista sólo buscan alimentar el temor.
Así cerró ayer una campaña marcada por la ausencia de propuestas políticas y dominada por la guerra sucia y las incesantes intromisiones de Chávez, que llevaron a la retirada de los embajadores de Perú y Venezuela respectivamente y a presentar una queja ante la Organización de Estados Americanos (OEA).