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Cifra negra/Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“Aun si el crimen descendiera 100 por

ciento, sería 50 veces mayor de lo que

debiera ser”.

John Bowman

Esta semana se produjo un asalto a mano armada en el Tizoncito, una taquería de la colonia Condesa de la ciudad de México. Alrededor de treinta comensales fueron despojados de sus pertenencias, pero solamente uno presentó denuncia formal ante el Ministerio Público.

Si este comportamiento es el usual entre las víctimas del delito, no deberá sorprendernos que no podamos basar nuestro conocimiento de la delincuencia solamente en las denuncias ante la autoridad. De ahí la necesidad de llevar a cabo encuestas, como las que realiza el ICESI, el Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad, que encabeza el doctor Luis de la Barreda, ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.

Algunos gobernantes descalifican de manera automática estos estudios, pero muchas veces parecen más bien no conocerlos. Por ejemplo, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, señaló en una de sus conferencias matutinas de prensa esta semana que los resultados dados a conocer por el ICESI miden la percepción y no la realidad del crimen y por lo tanto no tienen validez. Añadió que, además, no se aplican al Distrito Federal ya que cubren áreas metropolitanas completas.

La verdad es que las encuestas del ICESI tienen una parte que registra percepciones, como la actitud de la gente hacia las policías, pero otras que se enfocan al registro de actos delictivos sufridos por los encuestados. Es verdad que el estudio cubre áreas metropolitanas completas, pero esto se debe a que los criminales actúan en áreas metropolitanas y no se detienen en las fronteras de las entidades federativas o los municipios. Es falso, por otra parte, que esta cobertura de áreas metropolitanas afecte negativamente a la ciudad de México en los resultados. De hecho, las cifras de delincuencia en el Distrito Federal por sí solo son superiores a las del área metropolitana que el ICESI considera en su estudio.

Una de las informaciones que nos revela el estudio del ICESI, curiosamente, es que la Ciudad de México no es la zona metropolitana que registra mayor incidencia delictiva en el país. La mayor cifra, ponderada por cada 100 mil habitantes, la tiene Culiacán; la siguen Tijuana, Mexicali, Guadalajara y Acapulco. La Ciudad de México ocupa solamente el sexto lugar de las 13 áreas metropolitana que se consideran en el estudio.

Las ciudades grandes, de hecho, no son en automático más inseguras que las medianas, como lo revela el estudio. Monterrey no sólo tiene la menor incidencia delictiva de las 13 áreas metropolitanas consideradas por el ICESI, sino que es la única que se encuentra por debajo de la media nacional.

En el país sólo el 23.8 por ciento de las víctimas denuncia un delito. En la Ciudad de México la cifra es de 29.1 por ciento, mientras que en Chihuahua sube a 38.4 y en Acapulco baja a 10.5 por ciento. Debido a que casi ocho de cada diez delitos a nivel nacional nunca se denuncian, es importante basar los estudios sobre la delincuencia en encuestas y no simplemente en un registro de denuncias como hacen las procuradurías.

La resistencia a denunciar es lógica; casi la mitad de las víctimas en las grandes áreas metropolitanas afirma que después de presentar una denuncia no ocurrió nada. Los documentos simplemente pasaron a engrosar los archiveros de las procuradurías.

A pesar de las quejas del Gobierno de la Ciudad de México al ICESI, el estudio sugiere que el trabajo de las autoridades del área conurbada de la capital es el mejor del país. Una vez que se presenta una denuncia en la capital y su zona metropolitana, las autoridades detienen al delincuente en 14 por ciento de los casos. Las cifras son muy inferiores en otras ciudades. En Cancún, por ejemplo, sólo se captura al presunto responsable en el 1 por ciento de las ocasiones.

En todo el país las víctimas dicen que no presentan denuncias porque es perder el tiempo y porque les tienen desconfianza a las autoridades. La mayor desconfianza se da en Acapulco y la menor en Cancún. Por otra parte, a pesar de la reputación de Ciudad Juárez, la incidencia de delitos contra las mujeres es mayor en Villahermosa, Guadalajara y Cuernavaca.

Los estudios del ICESI están llenos de información importante e interesante. Mal hacen los políticos en rechazarlos a priori. Un problema que no se conoce no se puede resolver. Y si vivimos en un país en que la cifra negra del delito es de 80 por ciento, no podemos pretender conocer el fenómeno sólo con las denuncias presentadas. Es necesario utilizar las encuestas. Y las que está haciendo de manera periódica el ICESI, tienen la metodología y la independencia para convertirse en instrumentos adecuados para conocer y combatir la delincuencia.

CENSURA EN CANCÚN

El reportero Jorge Domínguez, fue despedido esta semana del periódico Novedades de Cancún. Un funcionario de recursos humanos del diario le comunicó que la destitución era producto de una petición del presidente municipal, el priista Francisco Alor Quezada. La razón de la destitución es una nota divulgada por Domínguez que mostraba que algunas de las despensas enviadas a Cancún como ayuda humanitaria por el huracán Wilma estaban siendo vendidas por el DIF municipal. Domínguez había laborado durante nueve años en ese periódico de Cancún.

Correo electrónico:

sergiosarmiento@todito.com

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