Espectáculos Miss Universo 2025 Miss Universo Christian Nodal Julión Álvarez

Cinecrítica / Los nuevos Cars completos

Por Max Rivera II

El Siglo de Torreón

Calificación: 3 estrellas y media de cinco

TORREÓN, COAH.- Mi intención era ver Cars desde la semana pasada pero fue mayor el poder de la pantalla chica, donde se presentaba el show más importante. Disculpe si no he logrado sacarme de encima las elecciones y vuelvo a ellas de cuando en cuando. Podré volver al cine ahora que hay menos que ver en la tele, que ahora que ya tiene un ganador se va cerrando de a poco.

Publicistas y mercadólogos querrán colgase la medalla del triunfo pírrico, o atribuir las derrotas a falta de inversión en tiempo aire. Dudo que tengan la humildad para reconocer que los resultados se deben más a la inacción de maquinarias electorales que gobernadores con acuerdos secretos se negaron a echar a andar.

La maquinaria que sigue funcionando perfectamente es la Pixar, que luego de amagar con la separación, fue finalmente comprada por Disney en 7,400 millones de dólares. Supongo que los vale. Aunque Cars no está al nivel de Los Increíbles, Nemo o Toy Story 2, Es una cinta superior a Bichos o Monsters. El nivel de calidad que mantiene la compañía le permite seguirse haciendo trenzas virtuales en sus momentos más pelones.

Cars narra la historia de un joven y ambicioso auto de carreras, el Rayo Mc Queen, que busca coronarse como el rey de las pistas. Le aclaro que el auto no es tripulado por humanos y en la cinta no hay siquiera animales. Todos los personajes son vehículos motorizados, en un alarde de habilidad para la antopomorfización por parte de los animadores. El experimento no es completamente exitoso. Me llevó casi media película aceptar la propuesta y concederle a los automóviles la capacidad de mostrar sentimientos humanos. Es mucho más fácil con los animales, a los que llegamos a amar como mascotas. Nunca oirá a una persona inteligente decir que ama a un automóvil.

Y nunca había escuchado a tanta gente inteligente repitiendo eslóganes electorales con convicción religiosa, defendiendo apasionadamente posturas sin más sustento que los treinta segundos de un spot permiten. Escuchándolos, por momentos venía a mi mente la imagen imposible de un ama de casa gritándome furiosa que Salvo arrasa con la grasa de más platos. Triste destino del país, si hemos de creerle a la propaganda: nos salvamos de la devaluación y el endeudamiento, pero caímos con el nepotismo y el tráfico de influencias.

Es justo un accidente de tráfico lo que desvía al Rayo Mc Queen cuando se dirige a una importante carrera en California, y lo hace aterrizar en Radiador Springs, un pueblecito perdido que se quedó en la época de los cincuenta y sesenta. La comunidad la forman hospitalarios carros de modelos y países diferentes. La gran mayoría de los chistes de corte étnico e histórico pasarán desapercibidos para los niños, pero también para los papás que no tengan mediano conocimiento de la cultura popular gringa de los últimos cincuenta años. El doblaje no ayuda, pero tampoco evita que Cars se un espectáculo muy disfrutable.

En el pueblito, Mc Queen aprenderá que es más importante el compañerismo y la solidaridad que la competencia desaforada. Para cuando regrese a las pistas, el joven y ambicioso automóvil habrá complementado su arrojo con amor y desprendimiento, los ingredientes de un héroe.

Hablando de pistas, con los resultados como están, al tercio de carro legislativo del PAN se le abre el gran premio de San Lázaro con un mínimo de curvas, cortesía de un PRI vapuleado y ansioso de negociar y recuperar posiciones. Las reformas necesarias y las innecesarias pasaran raudas, veloces, echando polvo sobre los gritos y sombrerazos del PRD. Atestiguamos el nacimiento de un nuevo tipo de carro completo.

Aunque la historia de Cars no llega a la altura de hitos anteriores de Pixar, su técnica siempre ha venido superándose. La atención y cuidado a los detalles denotan niveles de obsesión. La creación de geografías y paisajes de soberbia belleza, son un reto al mismísimo Dios Padre. Cuando creemos que no puede avanzar más el arte de la animación 3D, Pixar logra sorprendernos de nuevo.

Como sorprende la nueva geografía Mexicana. La distribución de los estados azules y amarillos invita a la interpretación simplista. Se quiere señalar un norte rico y un sur pobre, cuando los niveles más altos de industrialización y PIB se encuentran en la parte sur. Yo creo que se trata de formación cultural y del magnetismo que ejerce la frontera norte. Creo que para la menguante clase media es una cuestión de código postal mental. Me explico: digamos que vivo en Jacarandas o Torreón Residencial, pero mi código postal mental es de Montebello.

La apretada contienda debiera mandarle al nuevo gobierno un claro mensaje: la urgencia de tomar decisiones incluyentes y conciliatorias. Los millones de votantes anónimos merecemos ser tomados en cuenta, mostrando nuestra boleta como una nota de adeudos largamente olvidados. Confío en que los electores sin rostro seremos atendidos, una vez que pasen a cobrar los señores de sonoro nombre y apellido sus enormes facturas por apoyo de campaña.

mrivera@solucionesenvideo.com

Leer más de Espectáculos

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Espectáculos

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 224134

elsiglo.mx