Benedicto XVI pidió la libertad inmediata de un bebé epiléptico de 18 meses que fue secuestrado de la casa de sus padres en Italia la semana pasada.
Ciudad del Vaticano, (EFE).- El papa Benedicto XVI hizo hoy un llamamiento para la liberación "inmediata y sin condiciones" del niño de 18 meses Tommaso Onofri, secuestrado el pasado jueves y que, debido a una epilepsia, requiere medicación y cuidados constantes.
Benedicto XVI expresó su solidaridad con los padres y familiares de Tommaso, que viven una "profunda angustia por el brutal secuestro", según un telegrama firmado por el secretario de Estado, Angelo Sodano.
El Papa, que confió al pequeño a "la especial protección materna de la Virgen", aseguró que tendría un "recuerdo particular" para Tommaso en sus oraciones.
Los italianos viven con el corazón en un puño desde que el pasado jueves por la noche Tommasso fuera secuestrado de su casa en Casalbaroncolo, cerca de Parma, lo que en un primer momento pareció un robo pero que con el paso de los días se ha revelado como un rapto premeditado.
La imagen de Tommasso, un pequeño rubio y de ojos azules, aparece constantemente en todos los medios de comunicación, que siguen minuto a minuto cualquier novedad y los diferentes llamamientos de los padres, pues desde el pasado jueves no se sabe nada del pequeño ni ha habido contactos con los secuestradores.
La situación es aún más angustiosa porque el niño sufre una epilepsia que le obliga a una estricta medicación y no hay seguridad de que los secuestradores se la estén dando, a pesar de que desde la televisión se ha explicado qué medicina, en qué dosis y la forma en que Tommasso está acostumbrado a jugar para ingerirla.
Tal es el interés por la suerte del niño y el seguimiento de los medios de comunicación que los investigadores de la Fiscalía de Bolonia pidieron hoy a la prensa que guarden silencio durante tres días para no entorpecer las investigaciones.
El secuestro se produjo el pasado jueves por la noche, cuando dos personas armadas y enmascaradas -posiblemente una de ellas una mujer- irrumpieron en la casa familiar y tras un robo en el que sólo se llevaron 150 euros escaparon con el pequeño, que tenía fiebre alta debido a una bronquitis.
Los investigadores han reconocido la dificultad de esta investigación ante la falta de un móvil claro y de la petición de un rescate, lo que les ha llevado a interrogar en varias ocasiones a toda la familia, incluido el hermano de Tomasso, de ocho años.