Tres situaciones futbolísticas están en la justa frontera entre el reír y llorar: la convocatoria a la selección dada a conocer por Ricardo La Volpe para el juego ante Paraguay, el cambio estratégico en el América y el triste paso de los Pumas de la Universidad.
En el primer caso, resulta increíble no tanto el manoseo de jugadores que hace La Volpe, pues después de tres años ya deberíamos de estar acostumbrados, sino que nadie en la Federación Mexicana de Futbol le ponga el alto al atrabiliario estratega.
El presidente, el secretario general, el director de Selecciones Nacionales, alguien, por Dios, debe apelar al sentido común para recordarle al técnico que sólo faltan setenta días para el Mundial y que en el horizonte no se avizora el diseño del cuadro que enfrentará el importante compromiso.
A Ricardo se le debía notificar que no es el momento para reconocimientos a grandes trayectorias, caso Claudio Suárez, o insistir en necedades, Daniel Osorno, o bien sucumbir a presiones familiares, asunto Rafael ?Chiquis? García. El Tri no es propiedad de La Volpe pero los directivos mexicanos insisten en endosarle la factura en blanco. Patético.
El supuesto cambio de entrenador en las Águilas del América también ha resultado irrisorio; después de ver la disfunción del cuadro de Coapa ante Jaguares, no sabemos ya quién es el malo y quién el peor entre Aguado y Lapuente. Sólo dos constantes en América: la diadema y la derrota, pues únicamente han alcanzado el triunfo en cuatro de doce jornadas.
Nadie puede dudar de la incapacidad de Aguado ni de la trayectoria de Manolo, pero el quehacer azulcrema sugiere que nadie previó que el equipo se podría desmoronar.
El hecho de que un buen equipo como Jaguares venza al América no es motivo de vergüenza, pero de ahí a que le den un paseo en el mismísimo Estadio Azteca hay una distancia como de aquí a Tuxtla Gutiérrez.
Lo peor es que con una campaña de vergüenza muy posiblemente América esté en la liguilla. Patético.
Francamente para olvidar la semana vivida por los Pumas de la Universidad, en que encajaron tres derrotas, dos en la Liga y una en Copa Libertadores.
Si comparamos el plantel y la nómina de los del Pedregal con otros clubes que andan de capa caída, les damos el beneficio de la duda sólo que en el futbol no sirve aquello de mal de muchos, consuelo de...; el hecho de que Monterrey, Necaxa y América sumen los mismos puntos no exime al cuadro de Miguel España de jugar un mejor futbol que el insípido y repetitivo accionar que ha venido presentando. La afición Puma no merece este pobre papel. Patético.
En el aspecto del descenso la cosa se ha puesto caliente, aunque realmente la pelea se centra en dos equipos, que son San Luis y Dorados. San Luis se enrachó pero fue fácil escalón de Veracruz para que los jarochos casi den por consumada la salvación; Dorados por su parte, con el parlanchín Lillo de vuelta en el banco, sacaron un punto agónico que vale oro de su visita a Morelia.
Por plantel debería salvarse San Luis, por garra Dorados, pero el tema fundamental será el calendario de juegos. Dorados recibe a Atlas, Toluca y Pumas y visita a Tecos y Jaguares. San Luis recibe a Cruz Azul, Pachuca y Atlas y sale a Monterrey y Morelia. Complicado ¿no?