EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO.- Ángel Rodríguez, desde hace 16 años tiene un puesto de dulces, semillas y todo tipo de fritangas frente a la estación camionera de esta ciudad.
El comerciante dice que la falta de empleo en esta localidad es muy grave, pues jóvenes como él no pueden conseguir un buen trabajo.
Primero porque no hay muchas fuentes de empleo y segundo, porque lamentablemente nada más tiene estudios de primaria ?y ahora en todas partes están pidiendo el nivel secundaria?.
Señala que en esta ciudad no hay maquiladoras, ni fábricas o empresas importantes donde además del comercio, la gente pueda solicitar un puesto.
Ángel tiene 27 años y platica que desde niño está al frente de este pequeño puesto, el cual inició su padre que ya murió.
De hecho, de las pocas ganancias que deja este negocio, mantiene a su madre y a su hermano que está estudiando secundaria. ?Es que no quiero que a él le pase lo que a mí, porque aquí no hay mayor futuro?, señaló.
El joven comerciante manifiesta que en esta ciudad, es fuerte el desempleo, pues la gente que conoce se queja de que no hay trabajo. ?Quien desee uno, tienen que irse a Torreón o hasta Gómez Palacio, donde también hay poco?.
En las tiendas comerciales que hay en esta localidad, los puestos ya están ocupados y quienes hacen la lucha para conseguir uno, ?le piden muchos requisitos, como la secundaria, aunque el puesto solicitado sea el de cargador o de dependiente?.
Asegura que en la Presidencia Municipal como no sucede en otros municipios, no existe una bolsa de trabajo donde la gente deje sus solicitudes y es porque en esta ciudad no hay fuentes de empleo.
?Qué pueden reclutar, si no hay nada, no hay desarrollo aquí y de eso tienen la culpa las autoridades municipales... pues quién más?, expone.
No hay ?chamba?
En Francisco I. Madero, las fuentes de trabajo son nulas.
Porque no hay maquiladoras y ningún tipo de industria.
El problema es que esta ciudad carece de mayor infraestructura.
La falta de empleo también la ha provocado la poca visión de las autoridades municipales.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón