Nacional Claudia Sheinbaum Seguridad Narcotráfico Generación Z Pensión Bienestar

¿Cómo impactar en un debate?

Edner Granados

Confiabilidad. Es la clave.

Si un candidato logra empatía con tus valores y que creas en él, ya tiene tu voto.

El reto es cómo lograr que el votante mexicano, crea en un político mexicano. Esto, tomando en cuenta que la gran mayoría de nosotros, al escuchar la palabra político, checamos el bolsillo del pantalón, verificando que ahí sigue la cartera.

Para lograr el premio de tu confianza, nuestros políticos echan mano de asesores de imagen, las mejores estrategias lingüísticas, de sus tonos de voz, gestos especiales y técnicas de oratoria que vimos este seis de junio en acción dentro del ring de caballeros de cuello blanco y la dama de rojo en búsqueda de la silla presidencial.

Entre los elementos que brillan y que pueden darle ventaja a estos competidores que buscan colocarse en tu mente como ?la opción correcta?, voy a presentar un análisis de lo que, a mi juicio, resulta sobresaliente de este debate en términos de imagen y lenguaje de influencia.

Empecemos con Roberto Campa: una regla en presentaciones donde buscamos impactar es el traje oscuro, es por eso que vimos a todos los candidatos hombres con esta indumentaria. Campa usó una corbata, que aunque le queda bien, era demasiado clara. Hubiera sido mejor algo más oscuro o un color de impacto como el rojo.

Definió claramente su mercado objetivo, dirigiendo su mensaje a maestros y jóvenes, coqueteando con los que están hartos de los partidos tradicionales, también trató de ensalzar a la mujer con frases tipo Denisse de Kalafe, ?luchadoras incansables?. Otro punto a destacar es su forma de buscar el voto ?dale una de tres a la Nueva Alianza?, es decir, sino es Chana es Juana y si no, pues la hermana; buscando aunque sea un ?huesito? del Congreso.

Su estilo de oratoria de político de antaño, no resulta contundente en estos tiempos. Hizo lo que pudo y salió librado sin pena ni gloria.

Patricia Mercado de entrada ya tiene una ventaja diferencial: es una mujer. Elemento distintivo fue su traje rojo, que la destacaba visualmente entre sus compañeros. Definió a su mercado objetivo dirigiéndose a las mujeres, a los jóvenes y a las familias; también se colocaba como centro de la historia con indígenas y de refilón a los gays, como una estrategia de buscar a los segmentos pequeños de la población como seguidores y obviamente a su género. Usó mucho las metáforas como un elemento visual para generar emociones: ?Yo estuve con mujeres indígenas en Chiapas, les hablaba en español y no me entendían??.

El tono de voz y su sonrisa frecuente buscan dar confianza. Habla mucho en términos de familia, buscando destacar su posición femenina: ?Con Estados Unidos y Canadá mi propuesta es crear una casa común, con puertas abiertas?.

En general una buena actuación, quizá no tan destacada como en el debate anterior.

Pudimos ver a un Felipe Calderón que hizo su tarea en términos de lenguaje de influencia y estudió cómo responder a cualquier posible ataque. Traje oscuro, corbata oscura a rayas, buen punto. Un estilo decidido, claro en sus expresiones y utilizando una técnica llamada ?como si? en programación neurolingüística. Habla consistentemente ?como sí? ya fuera presidente. ?Yo como presidente de la República me comprometo a??.

Otro elemento que uso fue el ?lenguaje tú?, usando frases de este tipo: ?Te invito a que construyamos?, generando así empatía y haciéndote sentir que te habla de persona a persona. Al igual que Patricia, buscó la empatía de algunos segmentos con líneas como: ?Sé del dolor de las madres y de las esposas que despiden para siempre a un ser querido?, relacionándolo con su extracción michoacana y refiriéndose a los migrantes.

Otra estratagema común en política es ligar a tu candidato al placer y al contendiente a un profundo dolor, herramienta que hemos visto continuamente en la campaña del Partido Acción Nacional (PAN) hacia López Obrador y que Felipe expuso nuevamente en este debate.

Dos detalles visuales llamativos fueron cuando sacó el libro de López Obrador en la discusión de la firma del Fobaproa y la foto de un candidato perredista, Arturo Núñez, al que también lo relaciona al tema.

Vimos a un Felipe bien parado, bien asesorado, con algo de rigidez facial y tensión que se podía adivinar con su sonrisa, no de felicidad precisamente, contenida durante algunos momentos del debate y su cara colorada, mas no colorida. En general tuvo una intervención efectiva a mi parecer.

Andrés Manuel López Obrador, al igual que los otros, se presentó con traje oscuro, bien, corbata amarilla, bien, dos pájaros de un tiro: un color llamativo y asociado a su partido. Define de forma consistente a su target, como le llaman los gringos al mercado objetivo: ?Por el bien de todos, primero los pobres?. Esto definitivamente lo acerca a esa enorme masa poblacional, pero le cierra algunas puertas con la clase media y los segmentos más altos.

Un elemento de su marca personal que hay que celebrar es su campechano estilo, que va muy ad hoc con nuestra idiosincrasia.

Puntos en contra: El tiempo (velocidad de habla) natural de Andrés Manuel es lento, por lo tanto al estar cronometradas las intervenciones, pudo decir menos.

Una intervención menos asesorada que la de Calderón, más natural, quizá un poco menos puntual. No siguió mucho el juego del ataque y muy a su estilo con sus palabras andresmanuelescas como ?encuestas amañadas y cuchareadas? o frases como: ?el próximo presidente de México no va a ser un pelele del Gobierno extranjero?.

También en ocasiones utilizó el anteriormente citado ?como si?, hablando de él como presidente.

Algunos encontronazos con Felipe donde se vio cierto control emocional, no respondió a todas las banderillas que le colocó su adversario azul.

Un cierre emocional donde habló de confiar en él como candidato y nos pide la sonrisa ?sonríe, vamos a ganar? y algunas metáforas visuales que generan impacto.

Roberto Madrazo: de entrada luce cansado y ese elemento visual opaca el impacto de su mensaje. Traje oscuro, quizá una corbata más brillante hubiera ayudado.

Con una intervención más afortunada que el anterior encuentro, en esta exposición fue el que más habló en términos numéricos, de estadísticas, cosa que agrada a los segmentos más letrados de nuestra población.

Usó mucho las manos para apoyar su mensaje verbal. Si decía subir, señalaba con su mano hacia arriba.

Para minimizar el posicionamiento de ?candidato del empleo? de Felipe, lo renombra como el candidato del ?yo también? al referirse al supuesto plagio de algunas propuestas de su proyecto presentadas en su libro.

En la parte final cuando había que comunicar el mensaje emocional, se mostró más apasionado y un elemento visual que resultó agradable es que sacó al final de su intervención su eslogan en una hoja: ?Te va a ir muy bien?.

En conclusión, un debate interesante, sin muchas confrontaciones, más de propuestas, quizá un poco falto de un lenguaje más simple para el grueso de nuestra población.

Hablar fue un reto, cumplir será aún más. Esperemos que estas palabras se transformen en hechos.

edner@ednergranados.com

Leer más de Nacional

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 217974

elsiglo.mx