Los hombres con hernia inguinal que tienen mínimos o ningún síntoma y que no se someten a cirugía, tienen el mismo nivel de dolor dos años después que los hombres que sí se someten a una operación, según una nueva investigación.
CHICAGO (AP) - Los hombres que padecen hernias pero no sienten dolor pueden prescindir de la cirugía a menos que el dolor se vuelva intenso, de acuerdo con un estudio nuevo.
"No todas las hernias necesitan reparación", dijo la doctora Olga Jonasson de la Universidad de Illinois en Chicago, autora del estudio que aparece en el Journal of the American Medical Association.
El estudio es una guía para médicos acerca de cuándo se puede dejar sin tratar una hernia indolora.
En un editorial que acompaña el estudio, el doctor David Flum, del departamento de cirugía de la Universidad de Washington, dijo que la cirugía para las hernias indoloras tal vez siga el camino de la amigdalectomía preventiva: la desaparición.
"Nos hemos alejado de la cirugía preventiva, y esto es un ejemplo de ello", dijo Flum, que no participó del estudio.
La hernia inguinal aparece como un bulto debajo de la piel y se produce cuando una parte del intestino abomba una parte débil de la pared muscular del abdomen. Es más frecuente en el hombre que en la mujer, y entre sus causas están levantar pesos excesivos, la obesidad y la tos persistente.
A veces causan obstrucciones intestinales e incluso cortan la circulación sanguínea a una parte del intestino, y en ese caso requieren cirugía de emergencia. La reparación consiste en abrir el abdomen, reinsertar el intestino en su lugar y a veces reforzar la pared con una malla antes de suturar la pared muscular y la piel.
Los investigadores siguieron la evolución de 720 hombres con hernia inguinal durante cuatro años. La mitad de ellos, escogidos al azar, fueron operados. A los otros se les indicó que no hicieran nada aparte de consultar a su médico periódicamente o si sentían dolor.
Después de dos años, los dos grupos experimentaban niveles similares de dolor. Sólo dos hombres del grupo sometido a "espera vigilada" tuvieron problemas graves al cabo de cuatro años.
El 30% de los hombres del grupo de espera decidieron hacerse operar porque aparecieron síntomas. Y el 17% de los asignados a la cirugía no la realizaron, posiblemente por otras razones de salud.
El 20% de los operados sufrieron complicaciones, que en tres casos fueron graves.
"La operación en sí no es necesariamente sencilla", dijo Jonasson.