Obliga el Juzgado Primero de Distrito en La Laguna, que la Dirección del penal lo regrese a su celda
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Por incomunicación de un interno del Centro de Readaptación Social (Cereso) No. Dos, el Juzgado Primero de Distrito en La Laguna le concedió el amparo provisional de la justicia y obligó a la Dirección del penal a regresarlo a su celda.
Jesús Mora Vargas, reo del fuero federal, quien purga una condena de nueve años y ocho meses, promovió el amparo mediante un despacho jurídico de Torreón, por malos tratos e incomunicación.
De acuerdo a la versión de Mora Vargas, de 33 años de edad, de los cuales ha pasado nueve años cinco meses dentro del Cereso, la semana pasada peleó con un reo que intentó agredirlo con una punta y por ello quedó castigado e incomunicado.
La defensa del interno tramitó el amparo ante el juez primero de Distrito, con sede en Torreón, por la incomunicación a que ha sido sometido Mora Vargas, a quien le quedan sólo tres meses y 28 días para recuperar su libertad.
El interno manifiesta que dentro del Cereso se dan diversas irregularidades, como castigos ilegales y golpes. ?Ya uno está castigado purgando una condena dentro del Cereso, ¡y todavía hay otro castigo sobre el castigo!?.
Dentro del Cereso hay una celda donde se encuentran dos enfermos mentales que deberían estar en otro lugar y ahí es a donde llevan a algunos internos castigados, asegura Mora Vargas, quien sugiere una visita de los representantes de Derechos Humanos a todas las celdas del penal.
De acuerdo al abogado del interno, el director del Cereso, Gerardo Lara Pérez, deberá rendir un informe ante el juez de Distrito en La Laguna sobre la queja del interno.
Detención
El tres de julio de 1996, elementos del Ejército Mexicano detuvieron en la caseta de León Guzmán, Durango, un convoy con supuestos agentes de la Policía Judicial Federal, entre los que viajaba Jesús Mora Vargas.
Eran 12 personas con uniformes de policías judiciales que transportaban 50 kilos de cocaína, varios vehículos, 24 armas y dos millones de pesos en efectivo.
Todos quedaron detenidos y fueron procesados, pero ya recuperaron su libertad y algunos fueron ejecutados. Sólo Mora Vargas queda en el Cereso Dos de Gómez Palacio y en junio recuperará su libertad, una vez cumplida su condena.