El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- A feliz término llegó ayer la Segunda Gran Cabalgata 2006, organizada por la Asociación de Cabalgantes de La Laguna, después de un recorrido de 76 kilómetros en dos etapas por las riberas del río Nazas y el Valle de Nazareno, Durango.
Los cabalgantes llegaron a Torreón a las 13:30 horas por el rumbo de la planta local de Cementos Mexicanos, habiendo tomado la prolongación del bulevar Diagonal de Las Fuentes para dirigirse a la calzada Saltillo 400 y concluir su recorrido en el estacionamiento de City Club.
En ese lugar se ofreció una comida a los 150 jinetes participantes, procedentes de diferentes partes del país y de la Comarca Lagunera. Al término de la comida se llevó a cabo la entrega de reconocimientos a los participantes, una rifa de monturas y la ceremonia de clausura. La Segunda Gran Cabalgata 2006 se inició el viernes por la tarde en el Parque Nacional de Raymundo, en donde tuvo lugar el registro de participantes.
El sábado por la mañana se ofreció un desayuno a los cabalgantes en ese lugar, y a las 10:40 horas José Ángel Pérez Hernández, alcalde de Torreón, y el primer regidor del Ayuntamiento de Lerdo, Raúl Hernández Castillo, dieron el banderazo de salida.
Se reconoció el esfuerzo realizado por la Asociación de Cabalgantes de La Laguna, que preside Sergio Trujillo Mendoza, para rescatar y promover la cabalgata por las riberas del río Nazas y los diferentes parajes de la Comarca. En esta ocasión la ruta fue diferente y los jinetes pasaron por los cañones de Carboneras y El Indio. La oración del cabalgante estuvo a cargo de Ignacio García, minutos antes de que el contingente partiera al poblado Las Piedras.
La primera etapa del recorrido fue del Parque Nacional de Raymundo al poblado de Nazareno, con una escala técnica en el paraje conocido como La Noria. La segunda etapa la recorrieron ayer, de Villa de Nazareno a Torreón, a donde llegaron a las 13:30 horas sin contratiempo alguno y realizaron un desfile por Diagonal de las Fuentes y calzada Saltillo 400, el cual fue presenciado por un buen número de personas, que le dieron un afectuoso recibimiento a los cabalgantes.