Cuando Italia se fue eliminada en el pasado mundial le echó la culpa de su derrota ante Corea del Sur al árbitro ecuatoriano Byron Moreno.
Esta vez, los italianos confían que otro central latinoamericano, el mexicano Armando Archundia, no influya en el resultado.
DUISBURGO, ALEMANIA
AP
"No temo que el arbitraje estará parcializado", dijo el defensor Gianluca Zambrotta, quien salió en muletas tras el partido con Corea del Sur hace cuatro años.
Ese partido de segunda ronda es recordado porque Moreno expulsó a Francesco Totti al sacarle una segunda tarjeta amarilla en el tiempo extra por simulación. A los italianos también les anularon un tanto en la prolongación y Corea del Sur terminó imponiéndose con un gol de oro.
Zambrotta, sin embargo, manifestó sus quejas sobre la elevada cifra de tarjetas amarillas y rojas que se han mostrado en este mundial.
Por otra parte, los italianos trataron de no ponerle atención al caso del volante alemán Torsten Frings, a quien la FIFA investiga por supuestamente haberle propinado un golpe a un jugador argentino en una gresca que se produjo al final del partido de cuartos de final.
En la Eurocopa del 2004, Totti fue suspendido tres fechas luego que la televisión de Dinamarca lo sorprendió escupiendo a un jugador danés.
Pero Italia no ha pedido a la FIFA investigar lo sucedido con Frings.
