EL UNIVERSAL-AEE
SANTIAGO DE CHILE.- Un ladrón reveló en confesión que fundió y vendió un anillo de oro donado por el papa Juan Pablo II que había sido robado de un museo de la ciudad chilena de Coquimbo junto a otras piezas, informó ayer la prensa local.
Bajo secreto de confesión, el cura Fernando Candia recibió el testimonio del sujeto, cuya identidad se desconoce, quien le contó que la pieza, conocida como ?el anillo del pescador?, fue fundida y vendida a 60 mil pesos (un poco más de cien dólares) .
El Papa Juan Pablo había donado el anillo en octubre del año 2000 y su valor comercial fue calculado en 3.5 millones de pesos (alrededor de seis mil 480 dólares).
El sacerdote Candia reveló que el delincuente devolvió dos cruces pectorales de oro con incrustaciones en piedra amatista y coral negro, que también fueron robadas el jueves pasado y que fueron cedidas por el nuncio apostólico Aldo Cavalli y el ex arzobispo de La Serena Francisco José Cox.
El director del Museo de la Cruz del Tercer Milenio, Ramón Bravo, había explicado que el anillo pertenecía a la colección privada del Papa y que fue una de las primeras donaciones que la institución recibió de Pablo II.
Los testimonios recogidos por la Policía indicaban que un hombre y una mujer rompieron la vitrina en la que se exhibían los objetos religiosos.
Como medida de seguridad, la dirección del museo decidió retirar de las vitrinas el anillo de oro y amatista donado en 2002 por el Papa Benedicto XVI, así como la cruz pectoral de plata también donada por él.