El rompimiento del diálogo entre los maestros oaxaqueños de la Sección XXII del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y las autoridades estatales y federales, encienden los focos amarillos de un problema local que podría afectar a todo el país.
Este conflicto se suma al problema de los mineros y al desalojo en Atenco, los cuales a once días de las elecciones han ensombrecido aún más un proceso polarizado por el comportamiento de los candidatos en campaña quienes se han empeñado en privilegiar la guerra sucia sobre el debate de las ideas.
En Oaxaca los docentes bajo el pretexto de exigir mejoras salariales demandan la destitución del gobernador, Ulises Ruiz, buscando así la desaparición de poderes en ese estado. Hasta el momento los maestros han bloqueado calles y cerrado casetas de cobro.
Estas movilizaciones ya han afectado a la industria hotelera, por tal motivo el sector turístico del Centro Histórico de Oaxaca hizo un llamado de auxilio a las autoridades federales a fin de que se ponga fin al conflicto magisterial. De acuerdo con empresarios del ramo hotelero, a 30 días del conflicto han dejado de percibir, sólo por hospedaje, 30 millones de pesos al dejar de vender un promedio de mil 500 habitaciones diarias. Además, se habla de una ocupación hotelera que ha bajado de 50 por ciento a menos de 20 por ciento, lo que se traduce en más de 150 millones de pesos que han dejado de percibir los hoteleros.
Hasta el momento las autoridades federales se han limitado a hacer un llamado a los disidentes para retomar el diálogo, lo cual hasta el momento se ve lejano. La postura radical de los maestros resulta preocupante, de ahí que la Comisión Nacional de Derechos Humanos pidiera prudencia en ambos bandos y evitar así enfrentamientos.
La solución a este conflicto depende en su mayor parte de los maestros. Son los docentes quienes deben dejar a un lado las posturas radicales, quienes deben apostarle al diálogo y finalmente a hacer honor a su profesión predicando con el ejemplo para crear un ambiente de paz y tranquilidad social con miras a las elecciones.
