WASHINGTON.- Desacuerdos y maniobras políticas de republicanos y demócratas echaron abajo el acuerdo anunciado anteayer por líderes del Senado estadounidense para legalizar a millones de indocumentados (entre ellos casi 6 millones de mexicanos).
El jueves por la mañana, Bill Frist, líder de la mayoría republicana, y Harry Reid, líder de la minoría demócrata en el Senado, anunciaron que existía consenso para apoyar la iniciativa presentada por los republicanos Chuck Hagel y Mel Martínez.
Este proyecto consideraba la posibilidad de que residentes indocumentados obtuvieran la ciudadanía si cumplían ciertos requisitos.
Sin embargo, el acuerdo negociado no obtuvo los 60 votos necesarios para evitar que se incorporaran enmiendas que debilitarían el proyecto.
Con 60 votos a favor y 38 en contra, los republicanos se pronunciaron por mantener abierto el debate y permitir la incorporación de enmiendas, que demócratas denunciaron como intentos para desvirtuar la propuesta adoptada menos de 24 horas antes.
El voto marcó la suerte de la legislación, que deberá esperar al menos dos semanas (lo que dura el receso legislativo que inició ayer), antes de ser puesta de nuevo a debate, si es que el tiempo y la agenda legislativa lo permiten. Hay sin embargo dudas de que eso llegue a ocurrir.
"Los extremos se colapsaron", indicó una fuente legislativa luego de que líderes republicanos y demócratas se acusaran mutuamente del desplome de la iniciativa.
El acuerdo, y por tanto la legislación, "se deslizó entre nuestros dedos", dijo Harry Reid, líder de la minoría demócrata en el Congreso, al acusar a los republicanos de tratar de introducir enmiendas que habrían distorsionado o incluso destruido lo que calificó como "un acuerdo cuidadosamente afinado".
Frist, líder de la mayoría republicana, denunció por su parte lo que calificó como intentos demócratas de evitar el debate y la presentación de enmiendas importantes para la legislación.
Añadió que los demócratas bloquearon "un par de docenas" de propuestas de enmienda y de hecho, durante una conferencia de prensa, calificó de escandaloso que "después de nueve días, de 400 enmiendas presentadas, sólo tres pudieran llegar a la Cámara Alta, porque ultimadamente hizo desplomar una muy buena política".
Pero Reid recordó que los proponentes de las enmiendas eran principalmente republicanos que se oponían a la legislación.
"Estoy decepcionado, pero no desalentado", dijo el senador demócrata Edward Kennedy, que con el republicano John McCain propuso una legislación que hubiera permitido la legalización de millones de residentes indocumentados.
