El Siglo de Durango
Las personas con antecedentes familiares de Alzheimer y los que padecen Síndrome de Down son más susceptibles a sufrir este tipo de demencia, ya que se han identificado fallas en la configuración de varios genes - el 3, 6 y el de la trisomía 21 que causan este fenómeno, según lo dio a conocer el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Sin embargo, Carlos Cuevas García, jefe del servicio de Neurología del Hospital General No. del IMSS, aseguró que es posible retrasar la pérdida progresiva de todas las funciones mentales que causa el Alzheimer si esta enfermedad se atiende desde su etapa inicial, a fin de postergar lo más posible el deterioro del cerebro y la persona conserve su funcionalidad.
Dentro de la celebración del 21 de septiembre, Día Mundial del Alzheimer, el funcionario del sector salud señaló que entre quienes tienen antecedentes familiares esta enfermedad se presenta sobre todo después de los 60 años de edad, cuando se ?activa? el proceso de la apoptosis -muerte celular-, la cual indica que el cerebro se va deteriorar antes que el resto del cuerpo.
Mientras, entre los que tienen una falla genética el padecimiento se puede manifestar alrededor de la tercera década de vida.
A pesar del deterioro del funcionamiento cerebral, el Alzheimer en sí no causa la muerte, pero ésta puede ocurrir si la persona no está bien cuidada, sobre todo a causa de infecciones -urinarias, pulmonares-.
Si se le atiende, se le baña, se le cambia su ropa, se le dan sus medicamentos, y una buena alimentación, y se le ayuda a ejercitarse, es posible que llegue a tener una muerte natural después de muchos años, sostuvo.
Los medicamentos que actualmente existen para tratar esta enfermedad, explicó, son especiales para mejorar algunos circuitos de la memoria y de la conducción nerviosa, por lo que han demostrado que entre más temprano se den mayor es el rendimiento que pueden tener, hasta llegar a detener la enfermedad en sus etapas iniciales.
Consecuencias del padecimiento
Según estudios del IMSS, los síntomas del Alzheimer son fallas de la memoria, primero la reciente: no recuerda qué desayunó, qué hizo la noche anterior. Luego la auditiva: no entiende lo que le dicen; después, la visual -no reconoce caras- y a continuación la antigua -no se acuerda de su nombre, su edad y en dónde vive-.
Después se van sumando problemas de cálculo -no sabe cuánto dinero posee en el banco o firmar un cheque o hacer operaciones-; tiene síntomas neuropsiquiátricos -padece celotipia, es decir, cela a la pareja de manera inadecuada-; fallas de juicio, manifiesta conductas desinhibidas sexualmente -enseña sus órganos genitales, se puede desnudar en cualquier lugar-; puede estar agresivo, enojado, deprimido, o sufrir alucinaciones -ve y oye cosas raras-.
El control motor también se va perdiendo -camina mal, no maneja sus esfínteres-; olvida el lenguaje, no sabe nombrar las cosas ni su uso. Pierde la capacidad de relacionarse en el espacio -se golpea, no ubica dónde está su casa- y tiene dificultades para organizar, planear, y hasta en la forma de vestirse.
Algo muy característico de las personas con Alzheimer es que se visten al revés -se ponen primero el pantalón y luego la ropa interior, o primero los zapatos y luego los calcetines-.
