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Consejos de diálogo social para el progreso

Julio Faesler

Las contradicciones económicas y sociales que están aflorando en nuestro naciente Siglo XXI, a veces con inusitada violencia, hacen inaplazable hallar fórmulas de comunicación, conciliación y concertación, so pena de dejar que los problemas generen conflictos fuera de todo control en perjuicio de la democracia y del progreso general.

Con el objeto de responder a lo anterior, los consejos económicos y sociales que existen en varios países han venido adquiriendo más importancia como foros de encuentro entre los diversos sectores de la población para conocer sus percepciones sobre asuntos de actualidad y saber de sus recomendaciones para una acción futura.

Hace pocos días la presidenta de Chile, señora Michele Bachelet, invitó a varios países a una reunión en Santiago de Chile para reunir información y experiencias sobre la forma de cómo han venido funcionando los Consejos de Diálogo Social. Al evento, co-organizado por la OIT, asistieron los secretarios del Trabajo de Chile y de México y los subsecretarios de Perú y Brasil. Se contó además con las aportaciones de funcionarios de Argentina, Ecuador y España.

En el curso de las intervenciones se pudo apreciar que los consejos mencionados revisten diferentes modalidades según el país de que se trate. En Perú, funciona el Consejo Nacional de Trabajo y Promoción del Empleo que reúne a trabajadores, empleadores y funcionarios de Gobierno bajo la égida del Ministerio de Trabajo. En Brasil, existen dos entidades: el Consejo de Desarrollo Económico y Social y el Foro Nacional del Trabajo. El primero, creado en 2003, presidido por la Presidencia de la República, lo integran 102 consejeros entre trabajadores, empleadores, banqueros, movimientos sociales y religiosos, personalidades distinguidas y funcionarios de gobierno. El segundo, presidido por el ministro de Trabajo, tiene 72 miembros provenientes de los sectores de trabajo, empresarios, Gobierno, micro y pequeñas empresas.

El Consejo Económico y Social de España, creado en 1991, reúne a 61 miembros trabajadores, empresarios, consumidores, de la economía social y expertos. Las funciones son consultivas en materias socioeconómicas y laborales. Revestido de carácter autónomo, emite dictámenes preceptivos o facultativos al Gobierno o a los organismos sectoriales. Su presidente es nombrado por el Gobierno con aprobación de dos tercios de los miembros del Consejo.

En Argentina, la Comisión Tripartita de Igualdad de Trato y Oportunidades entre Varones en el Mundo Laboral ha venido acercándose a las funciones antes mencionadas de intercambio de información y conciliación de intereses.

El más antiguo de los Consejos Económicos y Sociales es el de Francia (1958) y ha servido en alguna medida de modelo a muchos otros como el italiano y el portugués. Sus 231 miembros, designados por un período de cinco años, proceden de organizaciones sindicales, profesionales, organismos de mutualidades y asociaciones familiares. El “CES” es independiente de los Poderes Ejecutivo y Legislativo y emite recomendaciones sobre políticas sociales y económicas, además de ejercer una función de evaluación de la actuación pública.

En México el Consejo para el Diálogo Social con los Sectores Productivos ha venido funcionando en el sexenio de Vicente Fox. Integrado por 64 consejeros empresariales, trabajadores y de la academia, el Consejo se ha convertido en un órgano de consulta que ha examinado políticas sociales, fiscales, laborales, agrícolas y hasta los relativos a la reforma política. El Consejo es encabezado por el presidente de la República y el secretario Ejecutivo es el secretario de Trabajo.

En su reciente reunión anual en Seúl, la Asociación Internacional de Consejos Económicos y Sociales e Instituciones Similares, Seúl, Corea, México fue admitido como miembro de pleno derecho entre más de cincuenta organizaciones análogas en el mundo. Algunos de éstos tienen una composición exclusivamente ciudadana y otros, en cambio, son encabezados, como el nuestro, por jefes de Estado.

La reunión en Santiago de Chile confirmó que los consejos de diálogo están siendo utilizados con éxito para responder a la necesidad de encontrar mecanismos para superar escenarios confrontados de intransigencias y presiones y así conjurar bloqueos parlamentarios en temas delicados y potencialmente conflictivos.

Independientemente de que en ellos participen los gobiernos, los Consejos han venido sirviendo como una instancia previa al debate parlamentario y por lo tanto, como paso indispensable para allanar posiciones inicialmente irreductibles y así lograr una acción legislativa eficaz.

La reunión de Santiago puso de manifiesto que México ha avanzado en forma notable hacia un mecanismo de Diálogo Social eficiente. El sexenio del presidente Calderón está muy comprometido a conciliar intereses y presiones sociales contrapuestos. Tendrá que sortear las dificultades que impidieron al presidente Vicente Fox realizar reformas fiscales, laborales, energética, y en materia de educación, para mencionar unas cuantas. Para ello, le resultará indispensable valerse del Consejo de Diálogo Social de los Sectores Productivos que bien puede ser la clave central para que sexenio de Calderón sea de avances y no otro más de costosos estancamientos legislativos.

Coyoacán, D. F., juliofelipefaesler@yahoo.com

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