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Dallas, EU.- La compañía estadounidense Tidelands Oil and Gas Corparation anunció ayer que su subsidiaria Terranova Energía fue autorizada por las autoridades reguladoras mexicanas para iniciar la construcción de dos gasoductos transfronterizos.
La empresa, con sede en San Antonio, Texas, explicó que las obras servirán para la importación y exportación de gas entre Estados Unidos y México.
Tidelands está centrada en la creación de infraestructura en México mediante la cual ese país pueda importar cantidades adicionales de gas natural para abastecer clientes residenciales, industriales y comerciales en el noreste mexicano.
La construcción de los gasoductos es considerada como un elemento esencial del plan para el abastecimiento de gas, dado que permitirá a firmas en Estados Unidos vender este combustible a México.
Sin embargo, Tidelands también está preparando al mismo tiempo la infraestructura necesaria para que México pueda luego exportar su gas a Estados Unidos.
La compañía informó que la autorización emitida por la Comisión Reguladora de Energía de México autoriza a su subsidiaria Terranova a la construcción de los gasoductos Terranova Occidente y Terranova Oriente.
La sección Occidente contendrá un gasoducto de 76 pulgadas de diámetro que se extenderá a lo largo de 323 kilómetros desde la comunidad fronteriza de Nuevo Progreso en el estado mexicano de Tamaulipas, al Campo de Almacenamiento Brasil en el sur de Texas.
El gasoducto cruzaría la frontera en la Estación Donna en el condado de Hidalgo, lo que daría la oportunidad de interconectarlo con los de las compañías Tetco, TGPL y Texas Gas Services y posiblemente Houston Pipeline, Calpine y Kinder Morgan.
El segundo, en la sección Oriente tendrá 91 centímetros de diámetro y 149 kilómetros de largo para conectar el Campo de Almacenamiento Brasil con la propuesta Terminal de Regasificación LNG que se ubicaría en Norte Puerto Mezquital, Tamaulipas.
Los dos gasoductos están diseñados para conducir gas en ambas direcciones.
El plan de infraestructura de Tidelands incluye la construcción de una instalación subterránea de almacenamiento de gas, una terminal de regasificación LNG y otros gasoductos adicionales.
La subsidiaria, Terranova solicitó también a las autoridades reguladoras mexicanas permiso para la construcción de la terminal regasificadora.
