La población infantil es vulnerable al consumismo por el bombardeo publicitario.
El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Los niños y las niñas también son consumidores hechos y con derechos, advierte la Profeco. Y es que la población infantil es vulnerable a los hábitos de compra porque está expuesta al bombardeo de la publicidad.
De acuerdo a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en los últimos diez años, se registró un cambio importante en el marketing infantil, pues los niños ya no son considerados sólo ?potenciales consumidores? para convertirlos en ?consumidores hechos y con derechos? con gustos definidos y con gran injerencia en las decisiones de compra de toda la familia.
Las madres de familia consultan con sus hijos a la hora de planear actividades y les permiten ayudar a escoger el restaurante para ir a comer, qué película alquilar y hasta dónde ir de vacaciones. Ellos eligen sus propias meriendas y son implacables a la hora de decidirse por un juguete, el cual seguramente vieron cientos de veces en un comercial.
Ante la influencia de los niños en las compras familiares, sobre todo cuando se trata de alimentos, ropa, accesorios para el hogar y artículos escolares, la Profeco orienta y da información, tanto a los pequeños como a los adultos, sobre cómo nace el acto de consumo en el ser humano, qué lo fomenta y con base a esto, tener herramientas para no dejarse influir por los medios de comunicación.
El cómo vivir, qué comer, qué vestir, entre otros, en muchas ocasiones está determinado por las empresas en lugar de las decisiones congruentes con el bienestar y la salud. La Profeco considera que para los adultos es difícil saber en qué momento se hicieron indispensables de algunos bienes que antes no existían o estaban disponibles, sin embargo, quienes son niños ahora quizá no se hagan esta pregunta, pues para ellos esos bienes ya eran indispensables y cotidianos desde que nacieron.
La dependencia advierte que la mayoría de la gente prefiere pensar que todo lo que se compra y se usa es por decisión propia, que lo hace por conveniencia, y en muchos casos es cierto, pues algunos productos representan una ventaja que antes no se tenía, pero a veces se consumen cosas que no aportan nada positivo a la vida, incluso tienen efectos nocivos.
Es así como algunas industrias se valen de los niños para atraer a sus padres como consumidores mediante fuertes bombardeos publicitarios y promocionales. El mercadólogo encuentra en el segmento infantil un terreno fértil para llegar al realizador de las compras: las amas de casa, porque son los pequeños quienes ejercen un alto poder de influencia sobre los hábitos de compra, recreación y de la dinámica familiar.
La cajita feliz y las hamburguesas, afirma la Profeco, que vende la cadena de restaurantes más grande del mundo es un caso de cómo las corporaciones intentan incluir a los niños dentro de la cultura del consumo, pues saben que a los pequeños les encanta ser los protagonistas principales de sus compras.
Recomendaciones
La Profeco da algunas recomendaciones a los padres de familia:
-El tiempo que los niños dedican a ver la televisión debe controlarse, pero no con tiempo sino seleccionando programas por su calidad.
-Los padres se deben informar sobre lo que ven sus hijos.
-Deben proporcionarles lecturas, actividades, juegos y diálogo.
-En el dormitorio de los niños no debe haber televisión.
-La televisión no debe entrar en el mecanismo de premios o castigos.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón