?Una de las más graves afrentas que puede sufrir la sociedad civil al verse utilizada como rehén para el logro de los fines de un grupo reducido de personas que antepusieron sus propios intereses a los de la comunidad?. Las líneas anteriores aparecieron en un desplegado el pasado domingo 12 de febrero en las páginas de este diario, en relación a todas las incomodidades e inconveniencias causadas ?a quien les provee del sustento? por parte de los propietarios de las gasolineras de la Laguna y quienes además, amenazaban con efectuar un paro a nivel nacional, ¡vaya irresponsabilidad!. No me cansaré de decir que en nuestro México, las cosas van a cambiar para mejorar cuando la insatisfacción se manifieste en todos los mexicanos y nos mueva a la acción para pasar de ser simples espectadores sentados en el cómodo sillón del conformismo para convertirnos en personas que actuamos, que pasamos a la acción para ser parte de la solución y no parte del problema. Para impedir la injusticia y los abusos y para parar en seco a quienes abusan de la debilidad de la autoridad la cual no defiende los más elementales derechos de los ciudadanos.
En día de asueto, cuando quienes trabajan y tienen un automóvil pudieron dedicarse a convivir con su familia o a invertir el tiempo en lo que creyeran más conveniente, no hubo más remedio que hacer fila para que los gasolineras ?nos hicieran el favor? de despachar el combustible solamente en una de las bombas de cada establecimiento. Filas largas y descontento de los clientes, ¿A quien le importó? Efectivamente, de nuevo fuimos rehenes de un grupo minoritario que presiona para lograr sus intereses, afectando a sus propios clientes y burlándose además de ellos al agradecerles el ?apoyo? recibido ante tal medida. ¿Cuál apoyo?, ¿Cuáles clientes les agradecieron la medida de presión? ¿A quien quieren engañar? Sinergia Ciudadana, que agrupa a destacados laguneros, ha manifestado su total reprobación a las medidas y amenazas externadas por el gremio gasolinero. Sin lugar a dudas estas medidas afectan el desarrollo y la convivencia social. Los ciudadanos debemos de manifestar nuestra inconformidad con las acciones que han tomado los gasolineros y que nos afectaron directamente. Si no lo hacemos así, continuaremos siendo los rehenes no solo de los gasolineros sino de los camioneros si no se les autoriza un aumento, de los grupos que bloquean calles e interrumpen el tráfico con el menor motivo, de los taxistas si no se les dan más concesiones, de los posesionarios si no se les regularizan sus terrenos y de todos los grupos que con el más mínimo pretexto, presionan a las autoridades afectando directamente los intereses de la indefensa ciudadanía.
Recientemente se ha pretendido clausurar un hotel de la ciudad de México por motivos que han causado polémica, y ante ello diversos ciudadanos han manifestado que al parecer vivimos en un país bananero, dando a entender con ello que actuamos como ciudadanos de un país subdesarrollado. No somos habitantes de un país bananero pero por muchos años hemos actuado como tales al permitir tanta injusticia y tanto abuso. No faltan los lidercillos que reclaman por su derecho a la libre expresión para justificar estos abusos; el derecho a la libre expresión tiene como frontera los derechos de todos los ciudadanos y el orden social para la convivencia armónica de todos. Nadie tiene derecho a pasar sobre los derechos de los demás, a cerrar calles y a evitar el libre transito de los vehículos y las personas, a impedir el suministro normal de combustibles o a atentar contra los bienes de la comunidad. Las autoridades, no solo han sido tolerantes en exceso cuando estos abusos se presentan, con ello, también se han convertido en cómplices, pues han fallado en su función de garantizar la convivencia social ordenada y pacífica, han optado por la posición más cómoda: no hacer nada. Para obligar a las autoridades que cumplan con sus funciones, los ciudadanos deberíamos poner en práctica la tan trillada frase ?que la nación os lo demande? y no solo eso, sino también convertir esa frase y hacerla realidad en otra que diga ?que la nación os lo castigue?.
El mismo domingo 12 de febrero, en una reunión de amigos, todos se quejaban de los abusos que todos cometen contra todos. Ya vemos como normal el hecho de que cualquier grupo que quiera manifestar una inconformidad, bloquee el paso en una avenida o una carretera o tome posesión de una oficina de gobierno municipal, estatal o federal como medida de presión para lograra sus objetivos.. Hace dos semanas, bastaron quince maestros para tomar las oficinas de la secretaria de educación pública de Zacatecas, quienes inconformes, exigían préstamos para comprar casas. El mismo día el gobierno del estado cedió ante las presiones y les ?prestó? más de 900 mil pesos para tal efecto. ¿Qué mensaje se envía con ello al resto de la ciudadanía? Como dice mi tía Goya de El Cercado, Nuevo León: ?sonriente el niño, y el gobierno haciéndole cosquillas?. A nadie le importa afectar a los demás para presionar a quienes quieren que cedan ante sus demandas. No hay ninguna autoridad que imponga el orden y someta a los abusivos para que no afecten los derechos de terceros. Cada día que pasa son más los ciudadanos que ya no están dispuestos a tolerar y solapar sin hacer nada, a quienes abusan y pisotean los derechos de todos escudándose en la defensa de sus propios intereses.
No se puede comprobar que las gasolineras despachen litros de menos, pero tampoco se ha comprobado que los despachen correctamente. La mala imagen de los gasolineros en cuanto a que despachan litros de menos, la han creado ellos mismos. Así como hay en la ciudad unas cuantas, muy pocas, gasolineras que se han ganado la confianza de la gente, así también, la mayoría de ellas cuenta con la gran duda de los clientes respecto a la exactitud en las cantidades que supuestamente surten. Quien nada debe, nada teme. ¿Por que no demostrar a todos los clientes que las bombas despachan las cantidades correctas? ¿Por que no se muestra apertura para que cualquier cliente pueda confirmar que las cantidades que paga son las que corresponden a las que le despacharon? Quienes deben ser los más interesados en que sus clientes tengan confianza en el servicio son los mismos propietarios de las gasolineras, el mercado hay que cuidarlo porque el mercado no perdona. Quienes certifiquen que sus bombas despachan las cantidades correctas serán quienes permanezcan en el mercado y quienes se ganen la fidelidad de sus clientes.
Mientras tanto, no debemos permitir más que nos sigan utilizando de rehenes, debemos poner un alto a los abusos, a la prepotencia y a la cerrazón. Debemos exigir a las autoridades que se respeten nuestros derechos y nosotros mismos debemos respetar los derechos de los demás. La justicia debe prevalecer para todos y debemos exigirla.
Comarca Lagunera. Febrero de 2006.
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