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Contienda de tres/Archivo adjunto

Luis F. Salazar Woolfolk

Ante el encono generado por las elecciones federales del próximo dos de julio y la caída de Roberto Madrazo al tercer lugar de las preferencias, el abanderado del Partido Revolucionario Institucional redobla sus esfuerzos y recuerda a los sufragantes que la actual contienda electoral, es entre tres candidatos con posibilidades reales.

Sin embargo Madrazo no despega, porque la principal objeción a su candidatura no concierne a su postura política o ideológica, sino a la desconfianza radical que suscita hasta en los propios priistas.

Ante una realidad según la cual el PRI y el PRD provienen del mismo tronco político, la presencia de Acción Nacional en el escenario supone una disputa por la alternancia, entre las dos fuerzas resultantes de la caída del viejo régimen de Partido de Estado.

Ambos candidatos, López Obrador y Roberto Madrazo representan al viejo sistema político autoritario, que somete a las corporaciones asociadas al sistema; erige al presidente de la República en eje rector de la vida pública; y coloca al Gobierno por encima del interés de los ciudadanos y del bien común de la sociedad en su conjunto.

El discurso madracista de los últimos días, pretende aprovechar su presunta posición de “centro” y critica a sus adversarios a quienes considera en los extremos a derecha e izquierda respectivamente.

Sin embargo, Madrazo orienta su verdadera guerra en contra de López Obrador. A ello obedece que la semana pasada en una reunión con las organizaciones masónicas del país, el candidato del PRI haya arremetido en contra la economía de mercado. La postura es a todas luces incongruente con la ideología liberal de las logias, pero pinta de cuerpo entero la lucha que existe por el liderazgo de las tendencias que aspiran a la regeneración del antiguo régimen.

López Obrador y el PRD encarnan los mismos vicios que aquejan al PRI de Madrazo y agregan a ello el populismo como versión contemporánea de la demagogia que desde Aristóteles, es considerado el peor enemigo de la democracia.

López Obrador es el líder carismático que todo lo puede a cambio del sometimiento de la voluntad de la sociedad a sus caprichos. Por ello no tiene empacho en anunciar el aumento de sueldos y la baja de precios por decreto, que publicita mediante una propaganda que implica un insulto a la inteligencia y a la dignidad de los electores.

La lucha de Madrazo resulta decisiva, pero se encuentra atrapada en una disyuntiva: Si aprieta el paso en el presente proceso, detendrá el éxodo del PRI hacia el PRD y privará a López Obrador de los votos que requiere para ganar la elección; si afloja el paso, continuará el trasiego del voto priista hacia el PRD promoviendo el triunfo de dicho partido.

En el primer caso, si Calderón gana el PRI de las regiones se conserva intacto porque el PAN no tiene ni el estilo ni la posibilidad de apoderarse desde el Gobierno de la estructura corporativa del PRI como lo prueba la experiencia foxista y el PRI tendrá una nueva oportunidad de acceso a la Presidencia en el año 2012.

En el segundo caso, si el PRD gana la elección presidencial el PRI se va a diluir como oposición dada su semejanza con el PRD y tocará a López Obrador el acaudillar una nueva lucha desde la cúpula del poder para regenerar el sistema de partido de Estado, en contra de la Sociedad.

Correo electrónico:

lfsalazarw@prodigy.net.mx

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