Escuchaba a Flavio Sosa, dirigente de la APPO, hablando a los suyos desde las instalaciones de la Universidad Juárez del Estado de Oaxaca... El tono de su voz; la forma en la que conminaba a sus compañeros a no cejar en su lucha, me hizo imaginar por un momento que así debió de oírse Zapata en tiempos de la Revolución, cuando exhortaba a los campesinos a levantarse, bajo el lema de ?Tierra y libertad?.
Cierto, el siglo veinte había iniciado para nuestro país bajo un régimen dictatorial, dominado por una oligarquía que buscaba hacer de México una pequeña Francia para grupúsculos privilegiados, en tanto sometía a la gente del pueblo a condiciones laborales y de vida inhumanas. La lucha fue primero de intelectuales de la talla de Francisco I. Madero y Ricardo Flores Magón; a los que se siguió una larga lista de personajes que buscaban el beneficio colectivo, actuando desde atriles, escritorios, plazas públicas, parcelas y trincheras.
El saldo de muerte fue considerable sin lugar a duda; cayeron pensadores, campesinos, obreros. Perecieron en una lucha del todo por el todo, contribuyendo a conformar un legado importante para futuras generaciones; el proyecto de nación democrática que México demandaba. Los reclamos del pueblo eran legítimos, urgentes, e inaplazables.
A diferencia del movimiento revolucionario, en el caso Oaxaca sólo se percibe el objetivo de arremeter contra las instituciones en su totalidad en un marco de vacío de autoridad. Se adivinan intereses turbios que nada tienen que ver con la mejora de las condiciones de vida para los más necesitados; la libertad es un burdo ataque en contra de la paz y la seguridad pública, y un escupitajo en la cara de los niños que ven cómo se desvanecen sus posibilidades de una vida mejor a través del estudio. Es más, los autores intelectuales de este magnicidio de Oaxaca como pueblo mueven los hilos, y los que directamente se enfrentan en contra de sus hermanos están sirviendo de carne de cañón, a merced de los móviles políticos de unos cuantos.
El movimiento pugna desde sus inicios por la desaparición de poderes en el Estado, particularmente del Ejecutivo, entiéndase Ulises Ruiz. En esta camorra me atrevo a suponer que los involucrados ya ni siquiera saben el motivo real por el que siguen peleando una lucha que no sólo los pone en riesgo a ellos, sino a gran parte de población ajena al conflicto, particularmente mujeres y niños.
Los más no se han dado cuenta todavía de que están siendo utilizados en un escenario que a juicio de los politólogos, fue originalmente montado por Elba Esther Gordillo luego de su expulsión del tricolor, para debilitar el Estado de derecho a nivel nacional, y de este modo lograr propósitos políticos muy particulares.
Ahora bien, ¿qué puede esperarse en un estado de anarquía? ¿De dónde emanará la voz que llame al orden? ¿Saben acaso los beligerantes en qué riesgo están poniendo a sus propias familias?...
Oaxaca es uno de varios estados mexicanos cuya fuente de ingreso primordial es el turismo. Para estos momentos, más allá de periodistas y camarógrafos, difícilmente alguno visitará lo que queda de una de las ciudades más bellas de nuestro bendito suelo; una de nuestras principales cartas de presentación.
A la fecha tenemos un conflicto, inicialmente encabezado por el gremio magisterial, que a la fecha ha derivado en una batida general. Sucede en un estado de ingobernabilidad, con el que ni la PFP pudo.
Tenemos un gobernador caciquil, que se niega a dimitir. Yo me pregunto cuál es el afán suyo de seguir en el cargo, si prácticamente lo hace agazapado tras el sillón, teniendo al grueso de la población enconado en contra suya.
Tal vez sea porque sabe que nuestro noble México tiene mala memoria, y pronto perdona a los políticos todos sus pecados. La historia es blanda, encumbra al que estuvo en el poder, así haya vaciado las arcas de la nación; tal vez por esto Ulises Ruiz se niega a dejar el poder.
...En un mes no va a resolver Fox lo que dejó crecer durante tanto tiempo; definitivamente queda el problema entre los pendientes para el presidente entrante. Ahora bien, ¿lo vamos a dejar solo con el paquete, o entendemos de una vez y para siempre que la nación somos todos, y que si no unimos fuerzas, nos hundimos todos?... Tarea que tenemos para meditar los ciudadanos, desde la Baja hasta Tuxtla Gutiérrez, durante los próximos veinticinco días.
maqueo33@yahoo.com.mx
