Como muchos otros programas sexenales, el de Escuela para Padres se ha llevado a cabo en diversos planteles educativos. Busca capacitar a los padres para la formación integral de los hijos. Habitualmente se maneja como una actividad no obligatoria, de suerte que acuden a las pláticas los padres con menor problemática en la dinámica familiar, y quienes más resultarían beneficiados con los temas, no se presentan.
Habría que replantearnos su funcionamiento. La formación de padres óptimamente debería iniciar con los adolescentes ?padres en potencia-, y no enfocarse a quienes ya son padres. Se trata de actuar de raíz.
Hace un par de días llegó a mis manos un pequeñito de una semana de nacido, con una coloración amarilla intensa ?ictericia, en términos médicos-, provocada por la incompatibilidad del Rh materno y fetal. Esto es, una madre Rh negativo, con un embarazo previo, en su forma natural, provoca que la madre forme anticuerpos en contra de la proteína que determina el Rh. Y en un embarazo siguiente, cuando el feto es portador de la proteína del Rh (de allí lo de Rh positivo), la madre bombardea la sangre de su bebé para destruir sus glóbulos rojos. La hemoglobina que existe dentro de estos glóbulos rojos se convierte en bilirrubina, en este caso, la excesiva destrucción genera grandes cantidades de bilirrubina que provocan la coloración amarilla de la piel, conocida como ictericia. Lo más grave del caso, es que la excesiva bilirrubina puede depositarse en el sistema nervioso, provocando un daño neurológico irreversible.
La ciencia ha avanzado notablemente, y desde hace décadas, cuando una madre Rh negativo tiene un hijo Rh positivo, ella recibe una ?vacuna? que le impide formar defensas en contra del Rh de futuros hijos.
Volviendo al niño que acabo de ver; para cuando se sometió a un recambio de su sangre, ya existían signos de daño neurológico que marcan un pronóstico sombrío para toda su vida.
Dentro de la historia clínica me enteré de que en el primer embarazo a la madre se le indicó que se aplicara la ?vacuna?, lo que ella ni llevó a cabo argumentando que era muy costosa. Yo me pregunto para mis adentros, ¿qué no será mil veces más costoso atender a un niño con parálisis cerebral de por vida?
Una frase que no por trillada pierde su valor original: Ninguno de nosotros está debidamente preparado para ser padre, ni en el mejor de los casos. Aún más difícil resulta la cuestión cuando el embarazo es fortuito, entre personas que no estaban planeando ser padres, y máxime si son adolescentes en etapa de formación. Se presentan situaciones como la del bebé que acabo de describir, mismas que denotan, por encima de todo ignorancia, falta de madurez, de cultura médica, y de responsabilidad. Los padres actuaron como quien entrecierra los ojos y espera que con ello las cosas terribles que pueden suceder, simplemente no sucedan.
Tener un hijo con discapacidad, es una tarea de titanes. Sacar adelante cada día a aquel ser con necesidades especiales, va a requerir de fe, tiempo y esfuerzo por parte de sus cuidadores... No desesperar, no cejar, no renegar ante la vida y querer tirar el arpa... En más de veinte años de práctica pediátrica, he tenido oportunidad de ver de todo. Ahora viene a mi mente una pequeñita discapacitada de nombre Yubisela; pocas veces he conocido una madre más amorosa como la suya. Los años que vivió la niña, siempre anduvo perfectamente limpia, y arreglada; jamás recuerdo a la madre desesperada, luego de las largas jornadas hospitalarias al lado de su pequeña. Yubisela fue una pequeña privilegiada, y desgraciadamente no son mayoría los niños en su situación. La parálisis cerebral de tipo espástico va provocando contracturas musculares que con el tiempo llevan a deformidades óseas, lo que a final de cuentas termina en compromiso de las funciones vitales, y muerte.
Ésta es sólo una de las caras que la falta de preparación para ser padres; como un poliedro, las otras caras las tenemos en la calle, entre delincuentes; en víctimas de violencia doméstica, y tantos más.
Es el último año de un gobierno que se ha anunciado con sentido humano. Tiempo es de dejar el escritorio y salir a ver las realidades; rediseñar programas, de suerte que resuelvan problemas de raíz, con eficiencia y eficacia. Aplicar las medidas preventivas con oportunidad, para ofrecer una mejor calidad de vida a nuestros hijos, de acuerdo a sus necesidades muy particulares.
maqueo33@yahoo.com.mx