Talento latino
Canal Sony transmitirá esta noche el último concierto de Latin American Idol y se sabrá si el público favorece con su voto a la argentina Noelia o a la venezolana Mairé, ambas poseedoras de extraordinarias voces. En esta capirotada de nacionalidades que ha resultado ser el programa, el representante de México era uno de los favoritos para estar en la gran final pero tuvo que conformarse con el tercer lugar al ser expulsado después del octavo concierto. Antes de entrar al concurso, Efraín había formado parte del musical Selena, al que probablemente se reintegrará ahora que se sueño de convertirse en la próxima estrella del pop se ha visto truncado.
A las emisiones de Latin American Idol han sido invitados artistas tan sui géneris como Plastilina Mosh, Ricardo Arjona, Julieta Venegas y Franco de Vita, con la intención de que entretengan al público, discutan con los jueces, asesoren a los participantes y convivan con ellos.
Las comparaciones siempre son odiosas y a Latin American Idol se le ha menospreciado desde el principio por no tener una producción a la altura de la versión estadounidense. Hasta los críticos, Gustavo Sánchez, Jon Secada y Elizabeth Meza, tienen la desventaja de no contar con el carisma de Paula Abdul, Simon Cowell y Randy Jackson. El trío de jueces latinos no ha podido igualar la dinámica generada por sus colegas norteamericanos. Con sus gestos y su humor cáustico, el británico Simon Cowell brilla desde las audiciones ?sin duda lo más divertido del show- al destrozar a los aspirantes que tienen el valor de exhibir sus carencias ante el planeta entero. Quizás el más objetivo de los tres sea Randy Jackson ya que Paula Abdul sólo obsequia comentarios positivos.
A pesar de que le debe gran parte de su éxito a los jueces, American Idol también proyecta a gente con talento y capacidad de convocatoria. La tejana Kelly Clarkson, ganadora de la primera temporada, ha recibido el Grammy y ocupado los primeros lugares del Billboard con Since U Been Gone y Because of You. La quintaesencia del nerd norteamericano, Clay Aiken, logró vender más de medio millón de copias de su primer álbum en sólo una semana. Y el más reciente ídolo, el canoso Taylor ?Soul Patrol? Hicks, ya tiene un disco de oro y un contrato para la publicación de su libro autobiográfico.
A pesar de las críticas a conceptos como Latin American Idol por convertirse en fábricas de estrellas efímeras, el televidente siente cercanos a participantes como Noelia, Efraín o Mairé. Se identifica con ellos porque rompen con el estereotipo del cantante inaccesible cuya apariencia es perfecta. A estos artistas en potencia ya se les dio la oportunidad de estar bajo los reflectores, ahora dependerá de ellos continuar persiguiendo la fama.
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