EFE
BERLÍN, ALEMANIA.- La Audiencia Territorial de Fráncfort prohibió el estreno en Alemania de la película Butterfly (Mariposa), de Martin Weisz, con lo que dio la razón a Armin Meiwes, el llamado ?caníbal de Roteburgo?, en quien está inspirado el filme.
La Audiencia Territorial de Fráncfort consideró que los derechos personales del verdadero ?caníbal de Roteburgo?, ?pesan más? que la libertad de expresión a través del arte y del cine, según informó en un comunicado.
?Aunque el ?caníbal de Roteburgo? real, Armin Meiwes, con su hecho sin precedentes ha generado una gran atención mediática, eso no significa que deba permitir que se le convierta en tema de una película de terror?, argumentó el juez. El filme, rodado en inglés, está protagonizado po Thomas Kretschmann en el papel del caníbal Oliver Hartwin, por Thomas Huber en el de la víctima Simon Grombeck y por la actriz Keri Russell en el de la estudiante de psicología criminal Katie Armstrong.
El abogado de Meiwes, Harald Ermel, había interpuesto una demanda ante el juzgado al considerar que la película, que se debía estrenar el próximo nueve de marzo bajo el título Rohtenburg vulnera los derechos personales de su cliente. El productor del filme, Marco Weber, sostenía, sin embargo, que la película sólo estaba ?inspirada? en este caso que conmocionó a Alemania y no basada en él. Sin embargo, aunque en la película se han cambiado los nombres de los protagonistas, la historia está prácticamente calcada del caso real.
El ?caníbal de Roteburgo? ganó esta batalla judicial, aunque todavía está pendiente de la sentencia de su juicio, que probablemente no saldrá hasta mayo.
El segundo juicio contra el ?caníbal de Roteburgo? por asesinato comenzó el pasado 12 de enero ante la Audiencia Provincial de Fráncfort, después de que el Tribunal Federal Supremo (BGH) ordenara reabrir el proceso, porque la fiscalía había presentado una apelación.
Meiwes fue condenado en enero de 2004 a ocho años y medio de prisión por homicidio por la Audiencia Provincial de Kassel, tras confesar haber matado al berlinés Bernd Jürgen Brandes, de 43 años, quien viajó de Berlín a la pequeña localidad de Roteburgo del Fulda para dejarse matar y ser devorado por el caníbal.
