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SANTIAGO DE CHILE.- El oficialismo y la oposición derechista han endurecido su enfrentamiento con ataques y críticas cruzadas en la campaña electoral para la segunda vuelta presidencial del domingo.
El candidato Sebastián Piñera y los dos partidos derechistas que lo respaldan han dirigido sus dardos al presidente socialista Ricardo Lagos, al que acusan de ?un intervencionismo electoral escandaloso? en favor de la abanderada oficialista Michelle Bachelet.
El emplazamiento de Piñera a Lagos es otro esfuerzo del candidato por discutir o entenderse con el mandatario en un declarado propósito de demostrar una falta de capacidad que le asigna a su rival. Es una actitud semejante a la que adoptó luego que Bachelet rehusara evitara entrar en un clima confrontacional con Piñera. Lagos no ha tomado en cuenta los emplazamientos del candidato derechista, un acaudalado empresario.
Ayer Lagos, en gira por el sur, fustigó en cambio a la oposición derechista, que desoyó un llamado de Piñera para aprobar en el Cámara de Diputados dos proyectos sobre el reconocimiento constitucional a los pueblos originarios y otro sobre contratos laborales.
?Eso es lo que el país tiene que observar y resolver?, dijo Lagos en alusión a la votación en la segunda ronda presidencial del domingo.
