EL UNIVERSAL
MEXICO, D.F..- "Ahora necesito a la familia más que nunca". Son las palabras de un Cristian Castro que denota melancolía en el rostro. Su paternidad, el inevitable distanciamiento con su madre (Verónica Castro) y el reencuentro con su padre (Manuel Loco Valdés) lo han hecho sentir que se ha convertido en un hombre, y que atrás quedaron los "días felices" de la infancia, cuando vivía con su progenitora en Veracruz. Y es que el cantante experimenta desde hace un par de años una nueva etapa en su vida: la de esposo y padre de familia, pero también la de hombre que ha tenido que aceptar que entre su madre y su pareja sentimental existen diferencias ideológicas que lo han obligado a cortarse el cordón umbilical, y seguir su propio camino. Efectivamente, Castro acepta que desde hace tiempo él y su madre, Verónica Castro, viven un distanciamiento; hecho que lamenta profundamente, sobre todo porque él desearía que la pequeña Simone (su primogénita) tuviera una relación más cercana con su abuela. "Quiero una abuela para Simone, y creo que eso mi mamá lo sabe y si no es así, pues entonces le digo que la extraño mucho", confiesa el intérprete. Cristian comenta que Verónica está en Estados Unidos y aunque quizá en grado mucho menor al que especula la prensa, su mamá sí enfrenta padecimientos de salud, aunque no especifica cuáles son éstos. "Mi mamá está bien. Ojalá Dios la ayude a salir adelante. Lamentablemente el tiempo se lo lleva todo. Yo también tuve complicaciones de salud, a principios de año", recuerda. Cristian se muestra tranquilo ante las insistentes preguntas sobre su vida familiar. "Me he convertido en un hombre, y estoy feliz con eso, aunque yo me hubiera quedado mejor como niño, al lado de mi madre, ella me hace falta", reitera. También es claro cuando habla sobre las diferencias entre Valeria Liberman, su mujer, y la protagonista de Rosa salvaje. "Hay barreras entre las mujeres o los hombres. Tenemos diferencias, siempre, y si mi madre tiene una diferencia con mi mujer, ni modo, es así", expresa resignado. Por el contrario, y luego de ese tan esperado reencuentro entre él y su padre, Manuel "Loco" Valdés, después de 30 años, el artista refiere al cómico como un hombre "muy divertido", pero también destaca el interés por acercarse a su hija y esposa. "Creo que hay disposición por parte de mi padre por compartir con la mujer que elegí. Pero reitero, mis padres son la fortuna más grande que Dios me dio." Curiosamente, Christian no descarta la posibilidad de invitar a su papá a compartir el escenario con él el próximo sábado, durante el concierto que ofrecerá en el Auditorio Nacional, en donde presentará su más reciente disco Días felices. "El es muy simpático (su padre", quizá lo invite a cantar "Gallito feliz", comenta bromista para luego adelantar que en ese concierto también interpretará un cover a Pink Floyd. Para concluir el espacio en el que se habla de su vida privada, el intérprete de "Nunca voy a olvidarte" descarta que Valeria Liberman esté embarazada, aunque señala que quizá en noviembre trabajen en procrear a su segundo hijo. Cristian Castro quiere acercarse más a su patria, de la que dice sentirse muy orgulloso, y por ello prepara una nueva producción de música vernácula, misma que será supervisada por el mismísimo Vicente Fernández. Deja en claro que la idea de hacer un álbum de música ranchera nada tiene que ver con una moda o competencia con Luis Miguel. Según aclara, su anterior compañía disquera no le dio "luz verde" al proyecto, por lo que desde "Azul" (2001) tenía la idea de llevarla acabo. Anticipa que en ese disco, el cual incluirá un dueto con "Chente", particparán arreglistas de la talla de Rubén Fuentes, Eduardo Magallanes y Homero Patrón.