CELEBRACIÓN| BENEDICTO XVI OFICIÓ MISA EN SANTUARIO MARIANO DE EFESO.
Emite la red terrorista mensaje en el que califica como campaña de los cruzados contra el Islam la visita papal.
EFE
Estambul (Turquía).- La segunda jornada del viaje a Turquía del papa Benedicto XVI se vio marcada por un mensaje de Al Qaeda, en el que la red terrorista consideró esta visita como una campaña de los cruzados de occidente contra el Islam y que no causó preocupación ni al Pontífice ni al Vaticano.
La nota del Consejo Consultivo de los Muyahidin (organización de grupos radicales iraquíes encabezada por Al Qaeda) afirma que el viaje "en realidad es una movilización de la campaña "cruzada" contra el mundo islámico después del fracaso de los dirigentes cruzados, (George W.) Bush, (Tony) Blair, (Silvio) Berlusconi, (Michael) Howard y otros, y un intento de apagar la llama del Islam de nuestros hermanos musulmanes en Turquía".
El comunicado, publicado en una página de Internet, indica que el viaje del Papa a Turquía es "un intento de borrar la herencia islámica del país para que permanezca en el pantano del laicismo, fundado por el judío Ataturk" y señala que Occidente quiere integrar a Turquía en la Unión Europea para frenar "el despertar islámico" que vive el país.
"Romperemos las cruces, verteremos el alcohol e impondremos impuestos a los infieles, deberán elegir entre la espada y el Islam", agrega la nota, tras vaticinar una pronta victoria de los muyahidin en Irak, Chechenia, Palestina, Indonesia y Filipinas y augurar la instauración del califato musulmán.
Tras conocer este mensaje, el portavoz vaticano, Federico Lombardi, aseguró que ni Benedicto XVI ni la Santa Sede están preocupados por este comunicado, que, a su juicio, "demuestra la importancia del compromiso común de todas las fuerzas contrarias al uso de la violencia".
El portavoz agregó que este tipo de notas "propicia que sea aún más significativo el mensaje interreligioso, el diálogo entre las diferentes creencias, para afirmar de la manera más explícita que ninguna religión debe usar la violencia en el nombre de Dios".
Esta mañana el Papa, quien ayer comenzó una visita a Turquía que concluirá el viernes, celebró una misa en el santuario mariano de Efeso, a la que acudieron cerca de 200 fieles y bajo la vigilancia de más de dos mil policías.
En su homilía, Benedicto XVI dijo que "la Iglesia tiene no sólo que anunciar la paz, sino, más aún, ser señal e instrumento" para conseguirla e hizo un llamamiento a la paz para toda la humanidad y, más en concreto, a la reconciliación "entre todos los que habitan la Tierra Santa, cristianos, judíos y musulmanes".
Posteriormente, el Pontífice se trasladó a Estambul, donde inició la parte de su visita dedicada al ecumenismo, con un encuentro con el patriarca ortodoxo Bartolomé I, que le recibió con palabras de agradecimiento por sus esfuerzos para la unión de los cristianos.
"Estamos aquí como sucesores y en los tronos de Roma y de la Nueva Roma, igualmente responsables por los pasos -y también por los errores- en el camino y en el esfuerzo de obedecer al mandamiento de nuestro Señor para que sus discípulos sean uno", dijo Bartolomé I en la Iglesia de San Jorge, en Fanar, sede del patriarcado ortodoxo.
Por su parte, Benedicto XVI expresó su esperanza en que "este encuentro refuerce el mutuo afecto y renueve el empeño común para perseverar en este itinerario que lleva a la reconciliación y a la paz de las Iglesias".
Mañana, el Papa y Bartolomé I volverán a encontrarse en Fanar, en una reunión en la que se emitirá una declaración conjunta que significará un paso más en el camino del ecumenismo, la unidad de los cristianos.
Además, realizará algunos de los gestos más esperados y simbólicos de este viaje al visitar el museo de Santa Sofía y la Mezquita Azul de Estambul, ciudad en la que hay desplegadas fuertes medidas de seguridad.
