POR CECILIA AGUILAR
EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Para la Comisión de los Derechos Humanos de esta localidad, las cantinas ejidales son más un perjuicio que un beneficio.
El presidente de este organismo, Manuel Urquizo García, asegura que esos negocios son muy cuestionables porque se presentan los excesos en el consumo, que por lo general terminan en riñas, ?que han dejado muchas viudas y huérfanos?.
Con la justificación de que con las ganancias de la venta de cerveza las comunidades ejidales se verían apoyadas con recursos para diferentes acciones comunitarias y una que otra obra, se otorgaron las licencias.
Pero para Urquizo García, la realidad es que en muchos poblados, los comités no llevan a cabo su cometido y son pocas las ayudas que obtienen sus pobladores de dicha actividad.
Además, con la llegada de los aniversarios, se exacerba la situación, ?pues en más de los casos, la gente anda con copas encima y en lugar de disfrutar la fiesta, todo acaba en una batalla campal en la que resultan uno o dos muertos?.
Dijo que en estas fechas donde por lo menos 36 ejidos acostumbran festejar en grande este tipo de acontecimientos, las corporaciones policiacas deben estar preparadas para conservar el orden, pero lamentó que en el caso de la Dirección de Seguridad Pública Municipal no cuente con la infraestructura adecuada para hacer frente a los problemas referidos.
?Aun cuando hayan recibido unidades y algo de equipo, pues es poco el personal con el que cuenta y por eso no se da abasto para lograr garantizar a la población un clima de paz y concordia durante las fiestas?, manifestó.
Urquizo García dijo que por cada negocio legalizado, ?aquí en Madero nos encontramos cinco o seis expendios clandestinos que están a la vista de todos?.
Manifestó que el Municipio debe quitarse la venda de los ojos y reconocer que la problemática es fuerte en este sentido.
Por tal motivo, indicó que los miembros de este organismo están planeando recorrer calle por calle en bicicleta para sacar un censo de los depósitos que están operando ilegalmente a fin de ?ayudar? a la autoridad en su tarea de aplicar la Ley correspondiente.
Que sigan
El regidor Lorenzo Reyes Reyes consideró que las cantinas ejidales no deben quitarse porque eso fomentaría al clandestinaje.
?De otra forma, la gente de los ejidos a todo hora y en cualquier lugar estaría consiguiendo este tipo de bebidas y no habría ningún tipo de orden?, señaló.
Sin embargo, reconoció que las cosas han cambiado mucho, pues hace diez años no había negocios ilegales y la población de los ejidos sí recibía buenas ganancias de las cantinas ejidales.