POR RICARDO RUBÍN
HISTORIA Y PERSONAJES DEL HOTEL CHELSEA
El Hotel Chelsea, de Nueva Cork, acaba de cumplir 110 años. Está ubicado en la avenida 46, esquina con la 17, y su fachada de 11 pisos es impresionante por sus balcones de fierro finamente cincelado, sus paredes de ladrillo rojo, y porque sus tres últimos pisos parecen un castillo de la vieja Alemania.
Pero la importancia del Hotel Chelsea no radica tanto en eso, sino en los personajes que han vivido y viven allí, y en algunos detalles sorprendentes de su interior... Para principiar, en dicho hotel la mayoría de quienes viven allí alquilan los cuartos por mes, con rentas muy bajas que van de los 300 a los 500 dólares mensuales. Hay 400 cuartos, y algunos huéspedes llevan 50 años o más viviendo allí.
El hotel tiene sólo dos elevadores que suben lentamente a sus pisos superiores, y en la parte alta del edificio hay una selva artificial donde los huéspedes pueden sacar a pasear a sus perros, gatos, pájaros, tortugas, conejos, serpientes y camaleones que suelen tener como mascotas.
En el Hotel Chelsea el dramaturgo Arthur Miller vivió siete años, y allí escribió algunas de sus obras. También estuvo allí Milos Froman, Jane Fonda, el novelista Vladimir Nabokov y el escritor Charles Jackson... Janis Joplin vivió allí, lo mismo que el grupo rockanrolero Mamás y Papás; Jimi Hendrick ocupó el mismo cuarto durante cuatro años, y en el libro de registros aparecen como antiguos y muy célebres huéspedes Mark Twin, Sarah Bernarth, el cuentista O. Henry, Nelson Algreen y Hart Crane.
También vivió allí el poeta Evustchenko y Arthur C. Clark, el autor de la obra convertida en inolvidable película titulada 2001: Odisea del Espacio... Sid Vicius, un joven rockanrolero inglés que a los 23 años de edad era famoso y rico vivió también allí hasta que una noche, enloquecido por el alcohol y las drogas, asesinó a su amante.
Las paredes de los cuartos del hotel están adornadas con pinturas, esculturas, versos escritos a mano y firmas de algunos de sus más famosos huéspedes. Todos consideran al hotel como su casa propia, y muchos hacen de los corredores una extensión de sus talleres de trabajo o de sus jardines.
Los cuartos son espaciosos, tienen cocina, cafetera, aire acondicionado, cable, refrigerador, un amplio estudio y los hay de dos y tres recámaras, terraza y un amplio ventanal. Todos los pisos son de parquet, y a pedido especial se proporciona vajilla y cubiertos a un precio extra. Muchos de los baños están decorados con murales hechos por estudiantes de arte de las universidades de Yale y Parsons.
La actriz Barbara Bel Geddes, que vivió allí diez años en su época de opulencia, creó una leyenda al referirse a los fantasmas del hotel, pero nadie se asusta de los mismos... Susan Kleisinger ha vivido allí 23 años con su esposo y, cuando él murió hace cinco años, dijo que seguirá allí hasta que se reúna con él. El esposo de Susan, por cierto, convirtió su departamento en un verdadero jardín y llegó a tener 19 boas constrictoras, pero totalmente inofensivas.
En el Hotel Chelsea existe una regla que todos practican: ser amable con los demás y no meterse con nadie... ?Aquí uno puede vivir años enteros sin necesidad de salir a la calle?, dice un huésped, quien agrega: ?Y aquí una se puede morir tranquilamente sin importarle a los demás?. El gerente del hotel es Stanley Bard, quien dice que al principio no le gustaba el Chelsea hasta que fue conociendo a sus huéspedes y descubriendo el encanto del inmenso edificio. Ahora permanece allí de 12 a 17 horas diarias y suele hacer visitas sociales a muchos de sus inquilinos.
El Chelsea se construyó para ser un hotel de lujo, pero el barrio en que está se hizo popular, y entonces se remodeló para hacer departamentos en lugar de cuartos. Se fijaron rentas bajas y se da preferencia a artistas. Para muchos turistas es una visita obligada cuando están en Nueva York.
Sin embargo, no está lejos de la Quinta Avenida y muy cerca quedan algunos lugares célebres de Nueva York como son el Restaurant 147, el Franco?s Centro Vasco, Gothan Bar & Grill, la cervecería Heartland, el estudio de danza Isadora Duncan y el legendario Knickerbocker Bar.
