BAJA CALIFORNIA, ?EL OTRO MÉXICO?
Al sur de la península de Baja California, México y en torno a su ciudad más importante, La Paz, hay todo un mundo de desiertos, dunas, bahías, ensenadas y playas aún poco exploradas por el hombre.
Es otro mundo, es ?el otro México? como lo llamó el periodista Natividad Rosales cuando recorrió todo su contorno en un pequeño barco, para escribir una serie de magníficos reportajes sobre aquella olvidada y poco poblada región de México.
La Paz está comunicada al territorio firme de México por grandes ferries de pasajeros y coches que zarpan desde Manzanillo y Topolobampo, Sinaloa, y que atracan en Pichilingue, a 16 kilómetros de distancia.
Allí, en La Paz, y en 1941, el escritor norteamericano John Steinbeck escribió su novela La Perla, llevada al cine mexicano. Fue una época en que florecía el negocio de las perlas, hasta que una epidemia acabó con las ostras. Se dice que Steinbeck escuchó la historia de un pescador, y que de allí tomó el argumento para su novela.
Después de esa epidemia, La Paz estuvo a punto de desaparecer pues no tenía más industrias, pero entonces se creó el servicio de ferrys, se construyó un aeropuerto y la carretera Transpeninsular que llega a Tijuana, en un recorrido de mil 384 kilómetros. Con todo lo que se hizo, La Paz vio florecer una nueva industria, la del turismo, que permitió la apertura de hoteles, restaurantes, distinta clase de negocios y centros de diversión.
El zócalo, en el corazón de La Paz, es el lugar más concurrido, y se conserva la tradicional costumbre mexicana de la siesta al mediodía, pues los comercios cierran, los empleados van a comer a sus casas, y aprovechan para echar una corta siesta para seguir trabajando en la tarde.
Ahora, La Paz tiene hasta un Museo Antropológico, con piezas sobre geología, historia, prehistoria y el folclore de la región. La pesca es abundante y variada, se puede bucear en toda la península sur y practicar nuevos deportes sobre la arena de las dunas, como el deslizamiento en esquís y en paracaídas.
Al sur de La Paz están San José del Cabo y Cabo San Lucas, zonas muy desarrolladas turísticamente y famosas por sus largas playas, espectaculares formaciones rocosas y calas. El paisaje del desierto y mar, combinado con la belleza y la tranquilidad del lugar, hacen de esa zona un verdadero paraíso.
San José del Cabo tiene un pequeño centro comercial, una sombreada plaza principal, tiendas, hoteles y una iglesia tipo misión. Los Cabos, como se llama a San José del Cabo y Cabo San Lucas, están a 216 kilómetros al sur de La Paz, muy bien comunicados por autobús y avión.
Cabo San Lucas fue en otro tiempo refugio de los barcos procedentes de Oriente, lo mismo que para los piratas. Ahora es una ciudad grande y próspera, con hoteles de primera clase y una gran flota pesquera. Cada año se celebra un certamen de pesca deportiva, que atrae a miles de visitantes y a docenas de competidores. En Cabo San Lucas se encuentra el valioso coral negro, con el que se hacen diversos productos de artesanía.
El mar tiene allí un fascinante tono azul-verdoso, la costa es de formación volcánica, y su principal atracción es la formación rocosa llamada El Arco, ideal para los buceadores.
La ciudad más cercana a La Paz, sobre la costa y al norte es Mulegé, de calles estrechas, casas de techos de paja y abundancia de palmas datileras que fueron plantadas por los jesuitas, y que dan al lugar un a aspecto del desierto del Sahara. Hay playas cercanas y el mejor medio para recorrer esa zona es en jeep o a caballo, para descubrir lugares solitarios y poco vistos por otros seres humanos.
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