CRÓNICA URBANA
El Siglo de Torreón
Félix Andrade salió del campo para hecerse músico; junto a José Jesús forma Los Voluntarios del Norte
Torreón, Coah.- Aunque don Félix Andrade Ponce, sabía trabajar muy bien arando las tierras con la pala y el azadón, tuvo que aprender a tocar el acordeón y el bajosesto, porque el campo ya no daba para vivir.
A unos días de cumplir 70 años de edad, don Félix recorre los pasillos del mercado Juárez con su amigo José Jesús Villanueva Villagrana. Se les conoce como Los Voluntarios del Norte, y mientras la gente come en las fondas, ellos aprovechan para cantar canciones a cambio de unas monedas.
José Jesús tiene 56 años de edad, y desde hace 35 es músico. Félix le lleva 15 años de experiencia, pues cuando tenía 20 decidió dejar de trabajar las hectáreas que tiene en el ejido Sapioriz, para tocar el acordeón en las calles de la ciudad.
Don Félix comenta que -luego de 50 años de dedicarse a la música- no se arrepiente de haber dejado sus tierras. ?Hace 15 años que no siembro nada. No llueve, no hay agua para regar. Muchos campesinos de Sapioriz no ganan ni 100 pesos a la semana, y yo tocando el acordeón me gano eso en un día?.
Muchos del rancho, agrega, quisieran traer una guitarra para tocar y cantar en las calles de Torreón, ?en el campo la vida está dura, no hay trabajo, no hay nada. Yo tengo mi azadón, tengo mi pala, pero mejor los guardé porque ya no me daban para mantener a mi familia?.
En Semana Santa, asegura, les va muy bien porque hay mucha gente en el Mercado Juárez y en Raymundo. Los Voluntarios del Norte descansan los jueves y domingos, estos días aprovechan para estar con sus familias.
?Nos vamos a las cantinas de los ranchos pero como ahí hay borrachillos fastidiosos y como nunca falta el que no quiere pagar, preferimos tocar en las fondas. A veces no la pasamos tan bien, pero peor está vivir de lo que el campo da, ahí está más difícil?.
José Jesús dice que su música ha recorrido varios estados del país porque ha sido integrante de varios grupos. Dice que gana un promedio diario de 100 pesos, y si Dios les ayuda pueden juntar hasta 200 o 300, si los contratan para amenizar alguna fiesta.
?Vivo en La Goma, ejido de Lerdo. Ahora estamos trabajando en el mercado Juárez, pero es difícil porque a veces sacamos muy poco dinero. Mi esposa ya murió hace tres años, ya no tengo a quién mantener?, comenta José Jesús.
La vida del músico, agrega, es complicada porque tienen que aprender a andar sin su familia, ?pero la gente nos quiere mucho porque la música es alegría. Nosotros tocamos mientras comen, y disfrutan al escucharnos?.
José Jesús dice que hasta que muera dejará de ser músico: ?Si antes no dejé mis instrumentos ahora menos que ya estoy viejo, en qué trabajaría. Esto me dio para mantener a mis cuatro hijos y a mi esposa. La música me ha dado mucho?.
