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Crónica del Ojo / ¡CUMBIA!

Miguel Canseco

La cumbia de Celso Piña agarró desprevenido al maestro Gabriel García Márquez que terminó moviendo el bote con un fino pasito de Gavilán, en una memorable noche tropical en el MARCO de Monterrey. Celso Piña se ha convertido en el umbral de entrada y de salida para los ímpetus bailarines de intelectuales, fresas y raza en general. Más de uno se traga el cuento de que ser artista es volverse solemne y se pierde el placer de sacarle chispas al huarache como cualquier persona en su sano juicio. Es triste ver artistas -más bien mediocres- en actitud taciturna viendo con amable conmiseración las expresiones del proletariado. Resulta igualmente triste ver a los que afanosamente se quieren dar baños de pueblo, forzando sus gritos en las funciones de lucha libre o pasando por heavies cayéndole a las cantinas. Lo fresa no se quita y es como lo naco, asunto genético y enquistado. Mejor opto por un camino medio, bailar cuando sale del alma, mentar madres a gusto, cantinear si se da el caso, en fin, mostrar el cobre con naturalidad y sin miedo. García Márquez no manchó el apellido por bailar cumbia, Niels Bohr no abolló su premio Nobel por ser fanático del fútbol. En fin ¿qué es ser culto? Bueno, no encuentro una definición precisa, concluyente y universal, pero al menos sé que lo culto no equivale a ser sangrón y pose. Así que vamos bajando los humos y aterrizando el asunto. Lo bueno es que el concepto de ?alta cultura? ya se anda corroyendo y agusanando al punto que las autoridades toman cartas sobre al asunto y ponen algo de sensatez en sus programas. Una muestra de ello es el Festival Cultural Coahuila 2006, organizado por el Icocult que puso, como debe ser, de chile dulce y de manteca. Así pues, tuvimos chance de ensanchar el alma con la excepcional voz del tenor Ramón Vargas y con las cuerdas del Phoenix Quartet. Hubo espacio para las tropicanerías, sones y boleros de Óscar Chávez, para el azote de Astrid Hadad y un cierre con cumbia sampuesana a cargo de Celso Piña. Los extremos se tocaron y se hizo el arte entre nosotros. Fue un festival complicado, resuelto, con eficiencia por el equipo de Icocult. Esperemos que el próximo año el asunto venga todavía más campechaneado. En el terreno artístico uno se pierde en definiciones, pero yo me quedo con una estrofa de Serrat que a mi parecer lo dice todo: ?Hoy el noble y el villano / el prohombre y el gusano bailan y se dan la mano / sin importarles la facha / Juntos los encuentra el sol / a la sombra de un farol/ empapados en alcohol magreando a una muchacha?. Supongo que la muchacha es la vida misma. El prohombre y el gusano, pues a todos nos toca ser un poco de ambos. En fin, dos pulgares arriba por el Festival Coahuila 2006 que como toda fiesta, desafortunadamente terminó (¡Pero queda una sabrosa cruda!).

PARPADEO FINAL

Tanto despapaye y tan poquito espacio para escribirlo. Dios ya se apiadó del Santos y le regaló su primera victoria, aunque sigue haciéndose ojo de hormiga en Oaxaca. En otras noticias, por primera vez en la historia de Torreón se presentó un espectáculo travesti musical en la Calzada Colón. El asunto fue cortesía de Chuy Flores y será el tema de la próxima columna que promete lascivia y destape al por mayor (y ajúa).

E-mail: cronicadelojo@hotmail.com

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