Los creadores jamás han sido ajenos a lo que pasa a su alrededor y están sujetos a los vaivenes del destino como cualquier ser humano. Desde los cuadros cortesanos hasta las denuncias y cuestionamientos, los artistas han expresado su opinión y su sentir, a veces incluso han servido como oráculos o profetas, como veletas sensibles que dejan entrever los vientos que han de llegar. Muchas veces tienen que pasar años, tal vez siglos, para comprender una época y unir un eslabón con otro. Aquí es donde me pregunto cómo nos verán en los años venideros, me pregunto quién está pintando o escribiendo el testimonio claro y justo de este periodo de tormenta. Octavio Paz señala que los hombres no sabemos en qué época vivimos. Los artistas góticos o neoclásicos no sabían que vivían en ese periodo que a final de cuentas es sólo la etiqueta que recibieron cuando al paso del tiempo pudimos comprender la trama que unió sus expresiones artísticas con sus circunstancias políticas y filosóficas. No tengo mucha fe en estos tiempos, no creo que salga ninguna obra maestra inspirada por las mareas políticas actuales, a menos que alguien realice una pieza humorística, cáustica y descorazonada de este teatro de tomatazos baratos. A mi cuenta de correo llegan alegatos anti Peje y fotos anti Calderón. El debate público se vuelve una verdulería y la democracia mexicana (la horriblemente cara democracia mexicana) se convierte en un lavadero monumental. Creo que el Big Brother tiene más destellos de dignidad que este batidero. Lo más penoso es observar a los amigos y familiares agarrados del chongo y debatiéndose entre el Pejelagartismo y el Calderonismo. A los que se pelean por su gallo, a los panistas que hacen bilis porque se imaginan (craso error) que el Peje les va a quitar sus bienes o los perredistas que creen que el blanquiazul va a meter a la gente a las iglesias a punta de fusil (¿se puede creer esa tontería?) a todos ustedes, les pregunto: ¿se puede construir un país a punta de mordidas y patadas? Si algo corroe más que los robos de cuello blanco es antagonismo, el encono y la incapacidad de llegar a un acuerdo. Mis respetos para Andrés Manuel y Calderón. El que llegue a presidente, ojalá lo sea para todos los mexicanos. La opción difícil, creo yo, es hacer a un lado los odios y cerrar filas por este país. Mientras tanto queda el amargo sabor de boca de una lucha electoral que aportó muy poco a la reflexión y a la búsqueda de soluciones. Pleito de vecindad, vendetta, agarrón entre facciones. Viene a mi memoria una caricatura de tiempos de la Revolución. En varias viñetas se retrata a los caudillos de la época: don Venustiano, don Emiliano, don Victoriano. Al final, sale un campesino hambreado con la leyenda: ?Don Pagano?. Hoy como ayer, se agarran los caudillos, los demás pagamos los platos rotos y terminamos por no creer en nada ni en nadie. Pero me sigo preguntando, ¿cómo nos llamarán a los artistas de esta época? Ya hubo un período revolucionario, un periodo independentista y de Reforma. Estos tiempos, ¿qué serán? ¿La Babel mexicana? ¿El periodo del chiquero? No lo sé.
En vísperas de las elecciones, esperando vientos nuevos y menos encabritados, cito una poesía de Enrique Mir que el buen Mike Espinoza tuvo a bien presentarme: ?Después/ no quiero más que paz/ un nido/ de constructiva paz en cada palma/ y quizás a propósito del alma/ el enjambre de besos y el olvido?.
Piensen su voto. Tachen los colores que más les gusten. Después, gane quien gane, sigamos trabajando y siendo cooperativos y humanos. Tal es mi único deseo.
PARPADEO FINAL
Puras mermas, hombre. Perdió la Selección, mi espalda sigue fastidiada y a mi vecino el carpintero le ha dado por exportar ratones a mi casa. Triste panorama. Pero yo sí creo que el arte tiene poderes curativos y ayer la Paty y un servidor nos quedamos boquiabiertos, con un calambre a la mitad del miedo y la fascinación ante un performance del grupo teatral Royal de Luxe.
El video esta en la página www.youtube.com, con el nombre de Little Girl Giant. Véanlo, para recuperar la capacidad de asombro y sanar el corazón.
cronicadelojo@hotmail.com
