En la víspera de Navidad y ya con ganas de irse a su casa, los diputados de todos los partidos se pusieron de acuerdo y como duendes de Santa Claus les entró el ánimo de equipo y la filantropía y aprobaron el presupuesto nacional para el 2007, echando la casa por la ventana en programas de apoyo social en todo el país. Terminada su labor se dieron el abrazo de Acatempan en santa paz.
Bendito Dios no soy economista y no capisco mucho los números nacionales, pero según dicen se vieron magnánimos (digo, si uno le puede creer a la tele). Fue el capítulo final de un año de trompones, amenazas, sillazos y demás. El telenovelón patético de la Cámara de Diputados se coronó con los abrazos y besos de fin de año y quien quita unos brindis de sidra cruzaditos entre los diputados del PRD y el PAN, digo, pos al fin y al cabo los premiamos con un sueldazo y ellos nos entretienen con todas sus tarugadas (hay que sacarle gracia al asunto, al menos).
Por mi parte pasé la Navidad en el Defe, mi tierra natal, en la grata compañía de padres, hermana y abuelo (que en escasos días le pega a las 80 primaveras). Buena velada, extrañando a mis cuates de Torreón y constatando que el único defecto del Defe somos los chilangos porque ah qué bonita se ve la capital, sin gente y sin coches, caminable, respirable, amable, pues. El 26 amaneció la ciudad desierta y en el aire se respiraba un sentimiento de sabrosa cruda y harto frío. Las cobijas ganaron la batalla y hasta medio día se vieron algunas almas en pena que fueron a la farmacia por su sal de uvas y su aspirina para seguir con el recalentado.
Al poco rato nos enteramos que la noche de Navidad se había llevado de corbata a James Brown, que dejó de pecar a los 73 años. Una vida completa: James Brown, como diría la canción, fue de todo y sin medida. Para quienes vivimos inquietos con las perspectivas del cielo y el infierno, la partida de James Brown puede ser tranquilizante. Si sus faltas fueron imperdonables, se sumará al infierno un alma musical más y los pecadores podremos disfrutar de un concierto eterno con caderazos rítmicos a mil grados sobre cero. Si Dios, en su infinita sensatez, perdona a James Brown, tendremos un cielo de angelitos con afro y beatas deschongadas en un bailongo sin fin en los desniveles de una nube. Como sea, James Brown le puso sabor a esta vida y con toda certeza, hará del más allá un espacio donde prevalezca el funk. Respeto, cariño y admiración para el maestro James Brown.
Con sus cocolazos por ahí, buenas vibras por allá y tropezones por acullá, este año ha sido todo menos aburrido. Es rudo cumplir años y ver que cada nuevo ciclo se va más rápido que el anterior. Pero entre raspón y caricia la felicidad se sigue asomando y este país surreal continúa navegando con diputados que igual se rompen el hocico, cantan rancheras en la madrugada o se dan el abrazo navideño. Todo sigue igual y siempre diferente, la mente humana se desdobla en pliegues de violencia y estupidez y con frecuencia, para bien de todos, tropieza con la amistad, el amor y el respeto que hace posible que sigamos perpetuándonos, protagonizando este magnífico teatro. Sea pues, gracias a los cuates que me ayudaron este año. Gracias a quienes con justicia o de gratis me regalaron una o varias mentadas (se las canjeo por un abrazo, ¿cómo ven?). Van los mejores deseos para todos, que el 2007 esté colmado de salud, trabajo bien remunerado y mucho funk ¡Feliz año!
PARPADEO FINAL
wOAAAaaaaa I feeeeel good!, I knew that I would! Now I feel good! I knew that I would, now So gooood, so good I GOT YOUUU tatatatataaaaaaa.
E-mail:
cronicadelojo@hotmail.com