Así me dijo, con preocupación y enojo, un miembro del patronato de la Casa del Cerro, a raíz de una escenografía que pinté para un concierto que se realizó en la explanada de este espacio. En aquella ocasión (hace cuatro años, creo) realicé una figura ritual tipo oriental con un notorio falo, cosa que irritó al caballero antes mencionado, que ya estaba ciscado porque días antes el maestro Gustavo Montes se había desnudado en un performance. Creo que fueron demasiados genitales para él, se tensó feamente y de a tiro reclamó que mi obra se borrara. Después de una difícil negociación la pintura se quedó (aunque previo al concierto le engraparon un ridículo paño que tapaba las partes ?indecentes?). La cuestión fue que al último todos bailaron y nadie peló mi obra, digo, nadie se espantó, a fin de cuentas mi obra no era más escandalosa que aquello que vemos en la regadera todos los días.
El hombre y la mujer son entidades físicas y también simbólicas donde cada parte tiene un significado. De esta forma, decimos que alguien tiene ?buen corazón? aunque el corazón sea un músculo que no tiene injerencia en las decisiones de la mente. En ese orden de ideas me parece fascinante que nuestro cuerpo tenga sus prohibiciones y murallas, construidas, claro está, por un entorno social y religioso determinado. Aquéllos que siguen los preceptos religiosos más ortodoxos, encuentran en los genitales una fuente de vergüenza. Otros ven al cuerpo como un producto natural sin pecados innatos. Afortunadamente, el arte es terreno libre, donde se puede reflexionar sobre esto y más sin presiones políticas ni morales. El artista puede optar por no rendir cuentas, por ser él mismo y realizar su trabajo poniendo a prueba las mentes de sus espectadores. Esto se llama libertad de expresión y es un derecho elemental en un país libre. Pero aquí en Torreón, como en muchas otras ciudades, el ejercicio artístico sigue incomodando y a estas alturas ya he visto varios casos de autoridades que se pandean ante proyectos artísticos de temática fuerte. Cosa triste, en verdad.
Comento todo lo anterior a propósito de la exposición ?A Imagen y Semejanza? del pintor Nahum B. Zenil, un creador que no se anda con medias tintas y que con gran calidad y contundencia muestra sus temores y su sexualidad. No cuento más porque la exposición es para ser vista y no platicada. Esta muestra se inaugura mañana viernes en punto de las 8:00 pm en la Galería de ICOCULT (avenida Juárez y calzada Colón). Me parece que, por la trayectoria del maestro Nahum, ésta será una de las exposiciones más importantes del año. Y en este contexto debo felicitar a las autoridades de ICOCULT, que han sentado un precedente claro sobre la importancia de promover el arte sin prejuicios ni ataduras. En fin, nos vemos el viernes en punto de las ocho, para apreciar la obra del maestro Zenil y seguir platicando de temas peliagudos, divertidos y no aptos para menores.
PARPADEO FINAL
Por si las trompadas en la Cámara de Diputados y el perfil griego de Flavio Sosa no los alteran lo suficiente, recomiendo la última película de Cuarón (?Los Niños del Hombre?) para terminar de irritar los nervios. Excelente película para estómagos curtidos, no la dejen pasar. Va pues, nos leemos la próxima.
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