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LA HABANA, CUBA.- Cuba avanzó a las semifinales del Clásico Mundial de Beisbol pese a la hostilidad de los jueces y las provocaciones políticas desde las gradas del estadio, dijo ayer el presidente del parlamento de la isla, Ricardo Alarcón.
La selección cubana venció el miércoles a Puerto Rico por 4-3 y avanzó a las semifinales del Clásico, que se disputarán desde mañana sábado en la ciudad estadounidense de San Diego, California.
"El equipo tuvo que pelear y batirse, muchas veces compitiendo no sólo con los nueve jugadores del equipo rival sino contra 13, porque los cuatro árbitros parecía que estaban siempre jugando contra Cuba", dijo Alarcón durante un encuentro con empresarios vietnamitas en La Habana.
En al menos dos de los seis partidos disputados en Puerto Rico, exiliados cubanos desplegaron en el estadio pancartas contra el presidente Fidel Castro. Cuba estuvo a punto de retirar a su equipo del Clásico.
"Fue el único equipo que tuvo que enfrentar provocaciones, amenazas, presiones de todo tipo para desestabilizarlos, para buscar cómo derrotarlo en el terreno deportivo", añadió Alarcón.
Para los aficionados cubanos, que festejaron con euforia el pasaje de Cuba a la instancia de los cuatro mejores del torneo, beisbol y política no se mezclan.
Sin embargo, en entrevistas a la prensa oficial los jugadores cubanos dedicaron su triunfo a la revolución.
Radio Rebelde retransmitió en La Habana programas de emisoras de Miami donde exiliados prometen apoyar a los adversarios de Cuba porque su victoria, dijeron, sería un triunfo para Castro.
La selección cubana recibió aliento incluso desde una cárcel de máxima seguridad en Pennsylvania, Estados Unidos.
"Ustedes ya han realizado una proeza, enalteciendo el beisbol cubano ante la élite de una maquinaria trasnacional y millonaria, diseñada para concentrar en un solo país el talento beisbolero de todo el mundo", dijo René González, uno de cinco agentes cubanos arrestados en 1998 por espionaje.
"Me hacen sentir orgulloso de estar preso por defender a nuestra Cuba", comentó en una carta publicada ayer por todos los medios de la isla.
LOS DUEÑOS DE LA FIESTA
El equipo amateur de Cuba, campeón olímpico y mundial, rara vez tiene la oportunidad de medirse con jugadores de las grandes ligas como los que reforzaron a Puerto Rico y a otros de sus adversarios en el Clásico.
Para los fanáticos que discutían ayer en la "esquina caliente" del Parque Central de La Habana, Cuba pasó la prueba y demostró que sus peloteros están a la altura de los profesionales de las grandes ligas.
"Lo que Cuba ha hecho es una hazaña. Se ha tuteado con ellos sin tener su experiencia. Los enfrentamos sin ningún tipo de complejos y ganamos", dijo Roberto.
Abel, otro de los aficionados que discuten animadamente de pelota en el Parque Central, fue más contundente.
"Nosotros somos los dueños de la fiesta. Cuba es el que pone la música y reparte el pastel", comentó.
Los cubanos viajaron ayer a San Diego, donde enfrentarán mañana sábado a República Dominicana en una de las semifinales.
Es la segunda vez, desde el triunfo de la revolución de 1959, que una selección cubana de beisbol viaja a Estados Unidos, su enemigo ideológico.
En 1999 Cuba derrotó a los Orioles en un partido de exhibición disputado en Baltimore.
