Existen en el mercado una variedad de instrumentos de higiene oral, como son los cepillos manuales de todos tamaños, diferentes texturas, formas y diseños, para hacerlos más atractivos.
Así también, tenemos hoy en día, diferentes cepillos eléctricos, que pueden ayudar de una manera más significativa a cierto grupo de pacientes, que por algún motivo no realizan sus cuidados orales adecuadamente, elevando así su riesgo de presentar mayor acumulo de placa dental, y consecuentemente, la aparición de enfermedad bucodental.
Estos pacientes podrían ser, aquéllos que presenten alguna discapacidad, que les impida tener un buen control de motricidad y de coordinación de las manos.
Pacientes con aparatos ortopédicos, estos cepillos pueden ser de gran ayuda para remover la placa, que se introduce en este tipo de aparatología.
Pacientes que presenten gingivitis inducida por medicamentos, como los anticonvulsivos, en los cuales el exceso de tejido gingival, promoverá el atrapamiento de alimento y bacterias.
Pacientes con rehabilitaciones protésicas extensas.
Pacientes que por negligencia, descuido o falta de disciplina no realizan una buena higiene bucal en casa.
Pacientes pequeños en los que este tipo de cepillos pueden ser motivantes para inducirlos al cepillado dental diario, además de facilitarles el realizarlo.
Así como los cepillos manuales, los eléctricos también presentan diferentes diseños y características específicas, de las cuales podemos mencionar algunas:
Su peso, la velocidad y dirección de movimientos del cepillo, la adaptación de cronómetros automáticos, que indican el tiempo de cepillado, etc.
Como lo he mencionado anteriormente, al margen de la decisión, según nuestras necesidades, de elegir un cepillo manual o eléctrico, para nuestra higiene en casa, lo más importante es usarlo adecuadamente, con responsabilidad y disciplina, esto no sólo será gratificante para nuestra salud, sino también para nuestro bolsillo. ?Es la prevención nuestra mayor preocupación?.
¡Hasta la próxima!