Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

Cuidando los Dientes de Nuestros Hijos / ¡UNA BELLA REFLEXIÓN!

Dr. Juan S. Morales Hurtado

En esta oportunidad quisiera comentar con ustedes, que me hacen el honor de leer este espacio, que termina un año más en el que he tenido el privilegio de colaborar en esta prestigiada casa editorial, semana tras semana, con esta columna dedicada a la información y orientación sobre la odontología pediátrica, para que nuestros niños y adolescentes tengan una mayor oportunidad, de tener mantener y conservar una óptima salud bucodental, parte integral de una buena salud general.

Durante estos años hemos hecho hincapié, en la importancia de la ?prevención?, que es la mejor manera, de mantener y conservar nuestra salud.

Hemos platicado del papel tan importante que tienen los padres de nuestros pacientitos, como sus principales motivadores en su proceso de aprendizaje sobre la importancia de la salud dental, en fin, de todos aquellos temas que nos ayudan a conocer entender y aprender más acerca del cuidado odontológico.

Para terminar, quiero compartir con ustedes un bello pensamiento que me hicieron llegar, y que no sólo llamó mi atención, sino también me llegó al corazón, felicito a quien lo halla escrito porque considero que la más bella recompensa para quien realiza algo es dejar huella en el corazón de las personas.

Este pensamiento invita a una bella reflexión para todos aquéllos que tenemos el privilegio de contar todavía con la compañía de nuestros padres.

AMADO HIJO

El día en que este viejo ya no sea el mismo ten paciencia y compréndeme, cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide cómo atarme mis zapatos, tenme paciencia, recuerda las horas que pasé enseñándote hacer las mismas cosas.

Si cuando conversas conmigo, repito las mismas palabras y sabes de sobra cómo terminan, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño, para que te durmieras tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerraras los ojitos.

Cuando estemos reunidos y haga mis necesidades, no te avergüences y comprende que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas, piensa cuántas veces cuando niño te ayudé y estuve paciente a tu lado esperando a que te terminaras lo que estabas haciendo.

No me reproches el que no quiera bañarme, no me regañes por ello, recuerda los momentos en que te perseguí y los mil pretextos que te inventaba para hacer más agradable tu baño.

Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entenderte, suplico que me des todo el tiempo que sea necesario, para no lastimarme con tu sonrisa burlona.

Acuérdate que fui yo quien te enseñó tantas cosas, comer, vestirte, y cómo enfrentarte a la vida tan bien como lo haces, todo ello es producto de mi esfuerzo y perseverancia.

Cuando un momento mientras conversamos me llegue a olvidar de lo que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que me recuerde y si no puedo hacerlo no te impacientes, tal vez no era tan importante, lo que quería, es estar contigo en ese momento.

Si alguna vez ya no quiero comer no me insistas, sé cuánto puedo y cuándo no debo, también compréndeme que con el tiempo ya no tengo dientes para morder ni gusto para sentir.

Cuando mis piernas fallen por estar cansadas para andar, dame tu mano tierna para apoyarme como lo hice yo, cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernitas.

Por último, cuando algún día oigas decir que ya no quiero vivir y sólo deseo morir, no te enfades.

Algún día entenderás que esto no tiene nada que ver con tu cariño o cuanto te ame.

Trata de comprender que ya no vivo, sobrevivo y eso ya no es vivir.

Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que haz debido recorrer. Piensa entonces que con ese paso me adelantaré.

Estaré construyendo para ti, otra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo no te sientas triste, enojándote o impotente por verme así.

Dame tu corazón, compréndeme y apóyame como cuando empezaste a vivir. De la misma manera como yo te he apoyado en tu sendero, te ruego me acompañes al terminar el mío. Dame amor, paciencia y te devolveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que te tengo.

Tu viejo.

?Es la prevención, nuestra mayor preocupación?. ¡Hasta la próxima y feliz Año Nuevo!

E-mail: jmoraleshurtado@hotamil.com

www.bonitosdientes.com.mx

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 190607

elsiglo.mx