El uso del hilo dental es un método efectivo e indispensable, además del cepillo y enjuague bucal, ya que gracias a éste, podemos remover restos alimenticios que se encuentran en zonas donde el cepillo no las puede eliminar o barrer, y que sirven de alimento para las bacterias que causan la caries, y la enfermedad periodontal.
Gracias al hilo dental, podemos limpiar las superficies entre los dientes, es decir los puntos de contacto, y también remover la placa que se ha quedado debajo de las papilas interdentales, evitando la aparición de caries o enfermedad periodontal.
Existen en el mercado diversas marcas y características de hilos dentales, por ejemplo con cera, sin cera, con o sin flúor, etc. Es recomendable utilizar el hilo dental después de cada comida, o por lo menos una vez al día, preferentemente por la noche, antes de irnos a dormir. En los niños recomendamos que los padres sean quienes los ayuden a pasar el hilo dental entre sus dientes, generalmente la edad para realizar esto, es cuando ya han erupcionado los segundos molares de leche, y sobre todo cuando se observa que los dientes anteriores se encuentran amontonados, o con puntos de contacto muy estrechos.
Recordemos sin embargo, que desde que aparecen los primeros dientes de leche, éstos son los incisivos centrales inferiores, deben ser limpiados, utilizando por ejemplo, alguna gasita para eliminar cualquier residuo de alimento que haya quedado adherido al esmalte de estos dientes. Posteriormente conforme vayan erupcionando los demás dientes temporales, se deberá realizar su cepillado rutinario. Aconsejamos que los papás ayuden a sus hijos a utilizar el hilo dental hasta los nueve o diez años, ya que su utilización requiere de una coordinación manual, que niños menores de estas edades todavía no desarrollan adecuadamente.
Para realizar la aplicación del hilo dental sobre las superficies dentales, extraiga de su estuche un trozo de seda dental de unos 35 cm. de longitud, enrolle la mayor parte de la seda en el dedo medio, y el resto en el mismo dedo de la otra mano. Para limpiar los dientes superiores, sujete el hilo entre el pulgar de una mano y el índice de la otra, dejando 1 cm. aproximadamente de hilo entre ambos, inserte la seda entre los dientes utilizando un movimiento de sierra, no fuerce el hilo, y llévelo hasta la unión encía-diente, deslizándolo dentro del espacio interdental, usando ambas manos, mueva el hilo arriba y abajo en la cara de un diente, repitiendo esta técnica en todas las caras de los dientes superiores. A medida que el hilo se gaste, enróllelo en un dedo desenrollando del opuesto para obtener una porción nueva. Para limpiar los espacios interdentales de la arcada inferior, se le facilitará más, guiando el hilo mediante los dedos índice de ambas manos, no olvidar limpiar la cara posterior del último diente de ambos lados superior e inferior.
Al iniciar el uso de la seda dental, usted puede notar que su encía puede tornarse inflamada, con el uso diario esto desaparecerá. Es también de gran utilidad el uso del hilo dental en pacientes que están usando brackets, ya que se queda con facilidad la comida atrapada entre los dientes y los aparatos ortodónticos, también en este tipo de casos, es aconsejable el uso de otros aditamentos como serían los cepillos interdentales, para poder tener un mejor aseo de las superficies dentales.
Como podemos observar es importante que usemos todos aquellos aditamentos o instrumentos de limpieza oral que tengamos a nuestro alcance, en la medida que pongamos más atención a nuestra higiene oral, podremos tener y mantener una buena salud buco-dental. ?Es la prevención, nuestra mayor preocupación?.
¡Hasta la próxima!
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